Psalms 18:1-30:12

ReinaValera(i) 1 Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio. 3 Invocaré á Jehová, digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. 4 Cercáronme dolores de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. 5 Dolores del sepulcro me rodearon, Previniéronme lazos de muerte. 6 En mi angustia invoqué á Jehová, Y clamé á mi Dios: El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos. 7 Y la tierra fué conmovida y tembló; Y moviéronse los fundamentos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él. 8 Humo subió de su nariz, Y de su boca consumidor fuego; Carbones fueron por él encendidos. 9 Y bajó los cielos, y descendió; Y oscuridad debajo de sus pies. 10 Y cabalgó sobre un querubín, y voló: Voló sobre las alas del viento. 11 Puso tinieblas por escondedero suyo, su pabellón en derredor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12 Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes. 13 Y tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dió su voz; Granizo y carbones de fuego. 14 Y envió sus saetas, y desbaratólos; Y echó relámpagos, y los destruyó. 15 Y aparecieron las honduras de las aguas, Y descubriéronse los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del viento de tu nariz. 16 Envió desde lo alto; tomóme, Sácome de las muchas aguas. 17 Libróme de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían, aunque eran ellos más fuertes que yo. 18 Asaltáronme en el día de mi quebranto: Mas Jehová fué mi apoyo. 19 Y sacóme á anchura: Libróme, porque se agradó de mí. 20 Hame pagado Jehová conforme á mi justicia: Conforme á la limpieza de mis manos me ha vuelto. 21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no eché de mí sus estatutos. 23 Y fuí integro para con él, y cauteléme de mi maldad. 24 Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia; Conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos. 25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. 26 Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso. 27 Y tú salvarás al pueblo humilde, Y humillarás los ojos altivos. 28 Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. 29 Porque contigo desharé ejércitos; Y con mi Dios asaltaré muros. 30 Dios, perfecto su camino: Es acendrada la palabra de Jehová: Escudo es á todos los que en él esperan. 31 Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios? 32 Dios es el que me ciñe de fuerza, E hizo perfecto mi camino; 33 Quien pone mis pies como pies de ciervas, E hízome estar sobre mis alturas; 34 Quien enseña mis manos para la batalla, Y será quebrado con mis brazos el arco de acero. 35 Dísteme asimismo el escudo de tu salud: Y tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha acrecentado. 36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas. 37 Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos. 38 Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies. 39 Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí. 40 Y dísteme la cerviz de mis enemigos, Y destruí á los que me aborrecían. 41 Clamaron, y no hubo quien salvase: Aun á Jehová, mas no los oyó. 42 Y molílos como polvo delante del viento; Esparcílos como lodo de las calles. 43 Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió. 44 Así que hubo oído, me obedeció; Los hijos de extraños me mintieron; 45 Los extraños flaquearon, Y tuvieron miedo desde sus encerramientos. 46 Viva Jehová, y sea bendita mi roca; Y ensalzado sea el Dios de mi salud: 47 El Dios que me da las venganzas, Y sujetó pueblos á mí. 48 Mi libertador de mis enemigos: Hicísteme también superior de mis adversarios; Librásteme de varón violento. 49 Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, Y cantaré á tu nombre. 50 El cual engrandece las saludes de su rey, Y hace misericordia á su ungido, A David y á su simiente, para siempre. 19 1 Al Músico principal: Salmo de David. 2 El un día emite palabra al otro día, Y la una noche á la otra noche declara sabiduría. 3 No hay dicho, ni palabras, Ni es oída su voz. 4 Por toda la tierra salió su hilo, Y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol. 5 Y él, como un novio que sale de su tálamo, Alégrase cual gigante para correr el camino. 6 Del un cabo de los cielos es su salida, Y su giro hasta la extremidad de ellos: Y no hay quien se esconda de su calor. 7 La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón: El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová, limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. 11 Tu siervo es además amonestado con ellos: En guardarlos hay grande galardón. 12 Los errores, ¿quién los entenderá? Líbrame de los que me son ocultos. 13 Detén asimismo á tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. 14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío 20 1 Al Músico principal: Salmo de David. 2 Envíete ayuda desde el santuario, Y desde Sión te sostenga. 3 Haga memoria de todos tus presentes, Y reduzca á ceniza tu holocausto. (Selah.) 4 Déte conforme á tu corazón, Y cumpla todo tu consejo. 5 Nosotros nos alegraremos por tu salud, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios: Cumpla Jehová todas tus peticiones. 6 Ahora echo de ver que Jehová guarda á su ungido: Oirálo desde los cielos de su santidad, Con la fuerza de la salvación de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos: Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos arrodillaron, y cayeron; Mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos. 9 Salva, Jehová: Que el Rey nos oiga el día que lo invocáremos. 21 1 Al Músico principal: Salmo de David. 2 El deseo de su corazón le diste, Y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.) 3 Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien: Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. 4 Vida te demandó, y dístele Largura de días por siglos y siglos. 5 Grande es su gloria en tu salud: Honra y majestad has puesto sobre él. 6 Porque lo has bendecido para siempre; Llenástelo de alegría con tu rostro. 7 Por cuanto el rey confía en Jehová, Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido. 8 Alcanzará tu mano á todos tus enemigos; Tu diestra alcanzará á los que te aborrecen. 9 Ponerlos has como horno de fuego en el tiempo de tu ira: Jehová los deshará en su furor, Y fuego los consumirá. 10 Su fruto destruirás de la tierra, Y su simiente de entre los hijos de los hombres. 11 Porque trazaron el mal contra ti: Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán. 12 Pues tú los pondrás en fuga, Cuando aparejares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros. 13 Ensálzate, oh Jehová, con tu fortaleza: Cantaremos y alabaremos tu poderío. 22 1 Al Músico principal, sobre Ajeleth-sahar Salmo de David. 2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio. 3 Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste. 5 Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron. 6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo. 7 Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo: 8 Remítese á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto que en él se complacía. 9 Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre. 10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. 11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. 12 Hanme rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. 13 Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente. 14 Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas. 15 Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte. 16 Porque perros me han rodeado, Hame cercado cuadrilla de malignos: Horadaron mis manos y mis pies. 17 Contar puedo todos mis huesos; Ellos miran, considéranme. 18 Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. 19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda. 20 Libra de la espada mi alma; Del poder del perro mi única. 21 Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios. 22 Anunciaré tu nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré. 23 Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel. 24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle. 25 De ti será mi alabanza en la grande congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. 26 Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán á Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre. 27 Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra; Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes. 28 Porque de Jehová es el reino; Y él se enseñoreará de las gentes. 29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra: Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo, Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma. 30 La posteridad le servirá; Será ella contada por una generación de Jehová. 31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, Su justicia que él hizo. 23 1 Salmo de David. 2 En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días. 24 1 Salmo de David. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y afirmóla sobre los ríos. 3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad? 4 El limpio de manos, y puro de corazón: El que no ha elevado su alma á la vanidad, Ni jurado con engaño. 5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salud. 6 Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah.) 7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. 8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. 9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria. 10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. (Selah.) 25 1 Salmo de David. 2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos. 3 Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. 4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. 5 Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día. 6 Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, Que son perpetuas. 7 De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme á tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová. 8 Bueno y recto es Jehová: Por tanto él enseñará á los pecadores el camino. 9 Encaminará á los humildes por el juicio, Y enseñará á los mansos su carrera. 10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios. 11 Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado; porque es grande. 12 ¿Quién es el hombre que teme á Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. 13 Su alma reposará en el bien, Y su simiente heredará la tierra. 14 El secreto de Jehová es para los que le temen; Y á ellos hará conocer su alianza. 15 Mis ojos están siempre hacia Jehová; Porque él sacará mis pies de la red. 16 Mírame, y ten misericordia de mí; Porque estoy solo y afligido. 17 Las angustias de mi corazón se han aumentado: Sácame de mis congojas. 18 Mira mi aflicción y mi trabajo: Y perdona todos mis pecados. 19 Mira mis enemigos, que se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen. 20 Guarda mi alma, y líbrame: No sea yo avergonzado, porque en ti confié. 21 Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado. 22 Redime, oh Dios, á Israel De todas sus angustias. 26 1 Salmo de David. 2 Pruébame, oh Jehová, y sondéame: Examina mis riñones y mi corazón. 3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y en tu verdad ando. 4 No me he sentado con hombres de falsedad; Ni entré con los que andan encubiertamente. 5 Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté. 6 Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová: 7 Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. 8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar del tabernáculo de tu gloria. 9 No juntes con los pecadores mi alma, Ni con los hombres de sangres mi vida: 10 En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos. 11 Yo empero andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí. 12 Mi pie ha estado en rectitud: En las congregaciones bendeciré á Jehová. 27 1 Salmo de David. 2 Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque se asiente campo contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo en esto confío. 4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. 5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca. 6 Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová. 7 Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo; Y ten misericordia de mí, respóndeme. 8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová. 9 No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira á tu siervo: Mi ayuda has sido; No me dejes y no me desampares, Dios de mi salud. 10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Jehová con todo me recogerá. 11 Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud, A causa de mis enemigos. 12 No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. 13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. 14 Aguarda á Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón: Sí, espera á Jehová. 28 1 Salmo de David. 2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad. 3 No me arrebates á una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón. 4 Dales conforme á su obra, y conforme á la malicia de sus hechos: Dales conforme á la obra de sus manos, Dales su paga. 5 Porque no atendieron á las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará. 6 Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos. 7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré. 8 Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido. 9 Salva á tu pueblo, y bendice á tu heredad; Y pastoréalos y ensálzalos para siempre. 29 1 Salmo de David. 2 Dad á Jehová la gloria debida á su nombre: Humillaos á Jehová en el glorioso santuario. 3 Voz de Jehová sobre las aguas: Hizo tronar el Dios de gloria: Jehová sobre las muchas aguas. 4 Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con gloria. 5 Voz de Jehová que quebranta los cedros; Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano. 6 E hízolos saltar como becerros; Al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios. 7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego. 8 Voz de Jehová que hará temblar el desierto; Hará temblar Jehová el desierto de Cades. 9 Voz de Jehová que hará estar de parto á las ciervas, Y desnudará la breñas: Y en su templo todos los suyos le dicen gloria. 10 Jehová preside en el diluvio, Y asentóse Jehová por rey para siempre. 11 Jehová dará fortaleza á su pueblo: Jehová bendecirá á su pueblo en paz. Salmo de David. 30 1 Salmo cantado en la dedicación de la Casa: 2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste. 3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; Dísteme vida, para que no descendiese á la sepultura. 4 Cantad á Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad. 5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría. 6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido; 7 Porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fuí conturbado. 8 A ti, oh Jehová, clamaré; Y al Señor suplicaré. 9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad? 10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador. 11 Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría. 12 Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.