SE
(i)
39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; que el espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41 Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?