Genesis 4:5-14

SE(i) 5 y a Caín y a su presente no miró. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro? 7 Cierto que si bien hicieres, será acepto; y si no hicieres bien, a las puertas duerme el pecado, y a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 Y habló Caín a su hermano Abel; y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató. 9 Y El SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé; ¿soy yo guarda de mi hermano? 10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. {sangre: Heb. sangres} 11 Ahora pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano: 12 Cuando labrares la tierra, no te volverá a dar su fuerza; vagabundo y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín al SEÑOR: Grande es mi iniquidad para perdonar. 14 He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré vagabundo y extranjero en la tierra; y será que cualquiera que me hallare, me matará.