JBS
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34 Como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio a sus siervos su hacienda, y a cada uno su cargo, y al portero mandó que velara.
35 Velad pues, porque no sabéis cuándo el Señor de la casa vendrá;
si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;