JBS(i)
21 ¿Por ventura no se ha acordado el SEÑOR, y no ha venido a su memoria el sahumerio que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las plazas de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes, y el pueblo de la tierra?
22 Y no pudo sufrir más el SEÑOR a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto, y en maldición, hasta no quedar morador, como sucede hoy.
23 Porque ofrecisteis sahumerios, y pecasteis contra el SEÑOR, y no escuchasteis la voz del SEÑOR, ni anduvisteis en su ley, ni en sus derechos, ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como sucede hoy.
24 Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra del SEÑOR, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto:
25 Así habló el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres proferisteis con vuestra boca, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer sahumerios a la reina del cielo y de derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra.
26 Por tanto, oíd palabra del SEÑOR, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí que yo juré por mi grande Nombre, dijo el SEÑOR, que mi Nombre no será más invocado de ningún varón judío, que diga: Vive el Señor DIOS, en toda la tierra de Egipto.
27 He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los varones de Judá que están en tierra de Egipto, serán consumidos a espada y a hambre, hasta que sean consumidos.