JBS
(i)
26 Y después de las sesenta y dos semanas el Ungido, {Heb. Mesías} será muerto, y nada tendrá: (y el pueblo príncipe que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario; cuyo fin
será como avenida
de aguas; hasta que al fin de la guerra sea talada
con asolamiento.)