2 El Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo fiesta de bodas a su hijo;
Matthew 22:2 Cross References - JBS
Psalms 45:10-16
10 ¶ Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
11 y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu Señor.
12 Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.
13 Toda ilustre es de dentro la hija del rey; de brocado de oro es su vestido.
14 Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán traídas a ti.
15 Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey.
16 En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.
Matthew 13:24
24 ¶ Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo;
Matthew 13:31-33
31 Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo;
32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
33 Otra parábola les dijo: El Reino de los cielos es semejante a la levadura que tomándola la mujer, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo se leude.
Matthew 13:44-47
44 ¶ También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45 También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;
46 que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
47 También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte de peces;
Matthew 22:2-14
2 El Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo fiesta de bodas a su hijo;
3 y envió sus siervos para que llamaran a los invitados a las bodas; pero no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está preparado: venid a las bodas.
5 Mas ellos sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza y otro a sus negocios.
6 Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron.
7 Y el rey, oyendo esto, se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad.
8 Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas, mas los que eran llamados no eran dignos.
9 Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadlo de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
Matthew 25:1-14
1 ¶ Entonces el Reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
2 Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco fatuas.
3 Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas.
5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron.
6 Y a la medianoche fue hecho un clamor: He aquí, el esposo viene; salid a recibirle.
7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas.
8 Y las fatuas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
9 Mas las prudentes respondieron, diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras.
10 Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
11 Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.
12 Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.
13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.
14 ¶ Porque es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Luke 14:16-24
16 El entonces le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y llamó a muchos.
17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los llamados: Venid, que ya está todo aparejado.
18 Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito salir y verla; te ruego que me des por excusado.
19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me des por excusado.
20 Y el otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
22 Y dijo el siervo: Señor, hecho es como mandaste, y aún hay lugar.
23 Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron llamados, gustará mi Cena.
John 3:29-30
2 Corinthians 11:2
2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen limpia al Cristo.
Ephesians 5:24-32
24 Así que, como la Iglesia está sujeta al Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra,
27 para presentársela gloriosa para sí mismo, una Iglesia que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuera santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29 Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala, como también el Señor a su Iglesia;
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31 Por esto dejará el hombre al padre y a la madre, y se unirá a su mujer, y serán dos en una carne.
32 Este misterio grande es; acerca de Cristo y la Iglesia.
Revelation 19:7-9
7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su mujer se ha aparejado.
8 Y le ha sido dado que se vista de tela de lino finísimo, limpio y resplandeciente; porque el lino finísimo es la justicia de los santos.
9 Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son las verdaderas palabras de Dios.