Ephesians 6:1 Cross References - JBS

¹ ¶ Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo.

⁷ y que Jacob había escuchado a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.

¹³ Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem; ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.

³ Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis. YO SOY vuestro Dios.

¹⁸ ¶ Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no oyere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les oyere;

²⁰ Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Jessé le había mandado; y llegó al atrincheramiento del ejército, el cual había salido en ordenanza, y ya tocaban alarma en batalla.

¹³ Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, estatutos y mandamientos buenos;

²⁰ Y Ester, según le tenía mandado Mardoqueo, no había declarado su nacimiento ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él.

²⁷ El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado;

⁸ Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.

⁷⁵ Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste.

¹²⁸ Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.

⁸ Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;

²⁰ ¶ Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre;

²² Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.

¹¹ Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice.

¹⁷ El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos lo saquen del río, y lo devoren los hijos del águila.

¹⁴ Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebieran vino, y no lo han bebido hasta hoy, por escuchar el mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros, madrugando, y hablando, y no me habéis oído.

⁹ ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos del SEÑOR son derechos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes en ellos caerán.

⁵¹ Y descendió con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

¹² De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno.

² Y no os conforméis a este siglo; mas transformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

² que la recibáis en el Señor, como es digno a los santos, y la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

⁵⁸ ¶ Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.

⁵ Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Cristo; ⁶ no sirviendo para ser visto, como los que agradan solamente a los hombres; sino como siervos del Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios;

¹⁶ La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor. ¹⁷ Y todo lo que hagáis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por él.

²⁰ Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor. ²¹ Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo. ²² Siervos, oigan en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios; ²³ y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres; ²⁴ estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís. ²⁵ Mas el que hace injuria, recibirá la injuria que hiciere; ya que no hay acepción de personas.

⁴ Y si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan éstos primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres, porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.

¹³ ¶ Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior,