SE
(i)
10 Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
11 Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió, por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.
12 A la mano derecha se levantaron los jóvenes; empujaron mis pies, y pisaron sobre mí las sendas de su contrición.