SE(i)
3 Oh SEÑOR, ¿Por ventura no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir castigo; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse.
4 Pero yo dije: Por cierto ellos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino del SEÑOR, el juicio de su Dios.
5 Iré a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino del SEÑOR, el juicio de su Dios. Ciertamente ellos también quebrantaron el yugo, rompieron las coyundas.