SE(i)
3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Cristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesús, el Cristo, de los muertos.
4 Para la herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, conservada en los cielos,