Proverbs 10:17 Cross References - SE

¹⁷ Camino a la vida es guardar el castigo; mas el que deja la reprensión, yerra.

¹⁶ Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso, ¿por qué quieres que te maten? Y al cesar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha acordado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste a mi consejo.

²⁵ antes desechasteis todo consejo mío, y no quisisteis mi reprensión; ²⁶ también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

³⁰ ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía.

¹ Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos; ² porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.

¹⁸ Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano; y bienaventurados son los que la mantienen.

⁴ Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.

¹³ Ten el castigo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida.

¹² y digas: ­Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;

²³ Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;

¹ El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es ignorante.

¹⁰ El castigo es molesto al que deja el camino; mas el que aborreciere la corrección, morirá.

¹⁷ Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y pon tu corazón a mi sabiduría; ¹⁸ porque es cosa deleitable, si las guardares en tus entrañas; y que juntamente sean ordenadas en tus labios. ¹⁹ Para que tu confianza sea en el SEÑOR, te las he hecho saber hoy a ti también.

¹ El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado; y no habrá para él medicina.

⁶ No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?

²⁴ Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña; ²⁵ y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la peña. ²⁶ Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé al varón loco, que edificó su casa sobre la arena; ²⁷ y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.

²⁸ Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

¹ Por lo cual es necesario que tanto con más diligencia guardemos las cosas que hemos oído, para que no nos escurramos.

²⁵ Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.

⁵ Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; ⁶ y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de Dios; ⁷ y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal, caridad. ⁸ Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesús, el Cristo. ⁹ Pero el que no tiene estas cosas, es ciego, y anda tentando el camino con la mano, habiendo olvidado de la purgación de sus antiguos pecados. ¹⁰ Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. ¹¹ Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesús, el Cristo.