Philippians 1:12 Cross References - SE

12 Y quiero, hermanos, que sepáis que las cosas que me han sucedido, han redundado más en provecho del Evangelio;

Exodus 18:11

11 Ahora conozco que el SEÑOR es grande más que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.

Esther 9:1

1 Y en el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece del mismo, donde llegó el mandamiento del rey y su ley, para que se pusiera por obra, el mismo día en que esperaban los enemigos de los judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.

Psalms 76:10

10 Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza; tú reprimirás el resto de las iras.

Acts 8:4

4 Mas los que fueron esparcidos, pasaban por la tierra anunciando la Palabra del Evangelio.

Acts 11:19-21

19 Y los que habían sido esparcidos por causa de la tribulación que sobrevino en tiempo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, no hablando a nadie la Palabra, sino sólo a los judíos. 20 Y de ellos había unos varones ciprianos y cirenences, los cuales cuando entraron en Antioquía, hablaron a los griegos, anunciando el Evangelio del Señor Jesús. 21 Y la mano del Señor era con ellos; y creyendo, gran número se convirtió al Señor.

Acts 21:28-36

28 Dando voces: Varones israelitas, ayudad. Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y además de esto ha metido los gentiles en el Templo, y ha contaminado este lugar santo. 29 (Porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo, efesio, al cual pensaban que Pablo había metido en el Templo.) 30 Así que, toda la ciudad se alborotó, y se agolpó el pueblo; y tomando a Pablo, le arrastraron fuera del Templo; y luego las puertas fueron cerradas. 31 Y procurando ellos matarle, fue dado aviso al tribuno de la compañía, que toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada; 32 el cual tomando luego soldados y centuriones, corrió a ellos. Y ellos como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo. 33 Entonces llegando el tribuno, le prendió, y le mandó atar con dos cadenas; y preguntó quién era, y qué había hecho. 34 Y otros daban voces de otra manera en la multitud; y como no podía entender nada de cierto a causa del alboroto, mandó llevarle a la fortaleza. 35 Al llegar a las gradas, aconteció que fue llevado a cuestas de los soldados a causa de la violencia del pueblo; 36 porque la multitud del pueblo venía detrás, gritando: Mátale.

Acts 22:1-30

1 Varones hermanos y padres, oíd la razón que ahora os doy. 2 (Y como oyeron que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio.) Y dijo: 3 Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, enseñado conforme a la verdad de la ley de la patria, celoso de la Ley, como todos vosotros sois hoy. 4 Que he perseguido este camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles hombres y mujeres; 5 como también el príncipe de los sacerdotes me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales también tomando letras a los hermanos, iba a Damasco para traer presos a Jerusalén aun a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados. 6 Mas aconteció que yendo yo, y llegando cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo; 7 y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo Soy Jesus de Nazaret, a quien tú persigues. 9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo. 10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí te será dicho todo lo que te está señalado hacer. 11 Y como yo no veía a causa de la claridad de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, vine a Damasco. 12 Entonces un Ananías, varón pío conforme a la ley, que tenía tal testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13 viniendo a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le miré. 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca. 15 Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. 16 Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre. 17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el Templo, fui arrebatado fuera de mí. 18 Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prestamente fuera de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19 Y yo dije: Señor, ellos saben que yo encerraba en cárcel, y hería por las sinagogas a los que creían en ti; 20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo también estaba presente, y consentía a su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. 21 Y me dijo: Ve, porque yo te tengo que enviar lejos a los gentiles. 22 Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a un tal hombre, porque no conviene que viva. 23 Y dando ellos voces, y arrojando sus ropas y echando polvo al aire, 24 Mandó el tribuno que le llevasen a la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él. 25 Y como le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito azotar a un hombre romano sin ser condenado? 26 Cuando el centurión oyó esto, fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es romano. 27 Y viniendo el tribuno, le dijo: Dime, ¿eres tú Romano? Y él dijo: Sí. 28 Y respondió el tribuno: Yo con grande suma alcancé esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento. 29 Así que, luego se apartaron de él los que le habían de atormentar; y aun el tribuno también tuvo temor, entendido que era romano, por haberle atado. 30 Y al día siguiente, queriendo saber de cierto la causa por qué era acusado de los judíos, le soltó de las prisiones, y mandó venir a los príncipes de los sacerdotes, y a todo su concilio; y sacando a Pablo, le presentó delante de ellos.

Acts 28:1-31

1 Y cuando escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita (o Malta) . 2 Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un gran fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que venía, y del frío. 3 Entonces Pablo habiendo recogido algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió a la mano. 4 Y cuando los bárbaros vieron la víbora colgando de su mano, decían los unos a los otros: Ciertamente este hombre es homicida, que escapado del mar, el castigo no lo deja vivir. 5 Mas él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún mal padeció. 6 Pero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios. 7 En aquellos lugares había heredades de un principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y hospedó tres días humanamente. 8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería; al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó; 9 y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados; 10 los cuales también nos honraron con muchos obsequios; y cuando partimos, nos cargaron de las cosas necesarias. 11 Así que, pasados tres meses, navegamos en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. 12 Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. 13 De allí, costeando alrededor, vinimos a Regio; y otro día después, soplando el austro, vinimos al segundo día a Puteoli, 14 donde habiendo hallado los hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego vinimos a Roma, 15 de donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibir hasta la plaza de Apio, y Las Tres Tabernas, a los cuales como Pablo vio, dio gracias a Dios, y tomó aliento. 16 Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas a Pablo fue permitido estar por sí, con un soldado que le guardase. 17 Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron juntos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra los ritos de la patria, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; 18 los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte. 19 Mas contradiciendo los judíos, fui forzado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación. 20 Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena. 21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante a ti de Judea, ni viniendo alguno de los hermanos nos haya denunciado o hablado algún mal de ti. 22 Mas querríamos oír de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha. 23 Y habiéndoles señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el Reino de Dios, procurando persuadirles lo que es de Jesús, el Cristo, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde. 24 Y algunos asentían a lo que se decía, mas algunos no creían. 25 Y como fueron entre sí discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el profeta Isaías a nuestros padres, 26 diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; 27 porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos taparon; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. 28 Os sea pues notorio que a los gentiles es enviada esta salud de Dios; y ellos oirán. 29 Y habiendo dicho esto, los Judíos salieron, teniendo entre sí gran contienda. 30 Pablo empero, quedó dos años enteros en su casa de alquiler, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el Reino de Dios y enseñando lo que es del Señor Jesús, el Cristo, con toda libertad, sin impedimento.

Romans 8:28

28 Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos).

Romans 8:37

37 Antes, en todas estas cosas vencemos por aquel que nos amó.

2 Timothy 2:9

9 en el que sufro trabajo, hasta las prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.

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