1 Thessalonians 2:4 Cross References - SE

⁴ sino por haber sido aprobados de Dios para que se nos encargase el Evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.

¹⁶ Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,

³⁹ tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás a cada uno conforme a todos sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);

¹⁷ Yo sé, oh Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto; y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado liberalmente.

⁹ Consuma ahora mal a los malos, y establece al justo; pues el Dios justo es el que prueba los corazones y los riñones.

³ Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.

²¹ ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.

¹ Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, tú me has examinado y conocido. ² Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.

³ El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; mas el SEÑOR prueba los corazones.

¹⁰ Yo soy el SEÑOR, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

¹⁹ grande en consejo, y magnífico en hechos, porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras;

⁴² Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración?

¹¹ Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles. ¿Quién os confiará lo verdadero?

²⁴ Mas el mismo Jesus no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos, ²⁵ y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque él sabía lo que había en el hombre.

¹⁷ Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Se entristeció Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le dice: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Le dice Jesús: Apacienta mis ovejas.

²⁷ Mas el que escudriña los corazones, sabe qué es el deseo del Espíritu, que conforme a Dios, demanda por los santos.

⁴ Y ni mi palabra ni mi predicación fue en palabras persuasivas de humana sabiduría, sino en demostración del Espíritu y de potencia; ⁵ para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, sino en potencia de Dios.

¹ Téngannos los hombres por ministros del Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. ² Se requiere sin embargo en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel.

²⁵ Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.

¹⁷ Por lo cual, si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la comisión me ha sido encargada.

² antes quitamos de nosotros todo escondrijo de vergüenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino en manifestación de la verdad, encomendándonos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios.

¹¹ Así que estando ciertos de aquel terror del Señor, persuadimos al mundo, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.

¹⁶ De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun al Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos.

¹⁰ Porque, ¿persuado yo ahora a hombres o a Dios? ¿O busco agradar a los hombres? Cierto, que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo del Cristo.

⁷ Antes por el contrario, como vieron que el Evangelio de la incircuncisión me era encargado, como a Pedro el de la circuncisión,

⁸ A mí, digo, el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,

⁶ no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres; sino como siervos del Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios;

²² Siervos, obedeced en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;

¹¹ conforme al Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, el cual a mí me ha sido encargado. ¹² Y doy gracias al que me fortificó, al Cristo Jesús, señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio; ¹³ habiendo sido antes blasfemo y perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.

²⁰ Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y aparta de ti las voces profanas de vanas cosas, y los argumentos del vano nombre de ciencia;

¹⁴ Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

² Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros.

³ y la manifestó a sus tiempos: Es su palabra por la predicación, que me es a mí encomendada por mandamiento de nuestro salvador Dios;

¹³ Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos, de lo cual hablamos.

²³ y mataré a sus hijos con muerte; y todas las Iglesias sabrán que YO SOY el que escudriño los riñones y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras.