Romans 8:25 Cross References - JBS

²⁵ Pues si lo que no vemos lo esperamos, por paciencia lo esperamos.

¹⁸ Tu salud esperé, oh SEÑOR.

¹⁴ Aguarda al SEÑOR; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al SEÑOR.

⁷ ¶ Dálet Calla ante el SEÑOR, y espera en él; no te enojes con el que prospera en su camino, con el hombre que hace maldades. ⁸ He Déjate de la ira, y depón el enojo; no te enojes en manera alguna para hacerte malo. ⁹ Porque los malignos serán talados, mas los que esperan al SEÑOR, ellos heredarán la tierra.

¹ Al Vencedor: a Jedutún:
Salmo de David. En Dios solamente se reposa mi alma; de él es mi salud.

⁵ Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza. ⁶ El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré.

⁵ ¶ Esperé yo al SEÑOR, esperó mi alma; a su palabra he esperado. ⁶ Mi alma esperó al SEÑOR más que los centinelas esperan a la mañana, más que los centinelas a la mañana. ⁷ Espere Israel al SEÑOR; porque con el SEÑOR hay misericordia; y abundante redención cerca de él.

⁹ Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, a quien esperamos, y nos ha salvado. Este es el SEÑOR a quien esperamos, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.

⁸ Aun en el camino de tus juicios, oh SEÑOR, te esperamos, a tu nombre y a tu memoria es el deseo del alma.

²⁵ Tet: Bueno es el SEÑOR a los que en él esperan, al alma que le buscare. ²⁶ Tet: Bueno es esperar callando en la salvación del SEÑOR.

¹⁵ Y la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia.

¹⁹ En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

⁷ A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.

²³ Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo.

¹² gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

¹¹ Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y tolerancia con gozo;

³ sin cesar acordándonos de la obra de vuestra fe, y del trabajo y caridad, y del esperar con la esperanza del Señor nuestro, Jesús el Cristo, delante del Dios y Padre nuestro.

⁵ Y el Señor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la esperanza del Cristo.

¹² que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

¹⁵ Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.

³⁶ porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

¹ ¶ Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta, ² puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra del trono de Dios. ³ Traed pues muchas veces a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando.

³ sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. ⁴ Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.

⁷ Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. ⁸ Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca. ⁹ Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados. He aquí, el juez está delante de la puerta. ¹⁰ Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción, y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Señor. ¹¹ He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.

⁹ ¶ Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el Reino, y en la paciencia de Jesucristo; estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

¹⁰ El que lleva en cautividad, va en cautividad; el que a espada matare, es necesario que a espada sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

¹² Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.