Revelation 7:10 Cross References - JBS

¹⁰ y clamaban a alta voz, diciendo: Salvación al que está sentado sobre el trono de nuestro Dios, y al Cordero.

⁸ Del SEÑOR es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)

³⁹ Tau Pero la salvación de los justos es el SEÑOR, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

¹⁹ Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salud. (Selah.) ²⁰ Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; y el Señor DIOS tiene salidas para la muerte.

¹ ¶ No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.

¹¹ Yo, yo soy el SEÑOR; y fuera de mí no hay quien salve.

¹⁵ Verdaderamente tú eres Dios, que te encubres; Dios de Israel, que salvas.

²¹ Publicad, y haced llegar, y entren todos en consulta. ¿Quién hizo oír esto desde el principio, y desde entonces lo tiene dicho, sino yo, el SEÑOR? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador, no hay más que yo.

²³ Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes; ciertamente en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel.

⁴ Mas yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; por tanto no conocerás Dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.

⁹ Mas yo alabándote con voz de confesión te sacrificaré; pagaré lo que prometí. Al SEÑOR sea el salvamento.

⁷ ¿Quién eres tú, oh gran monte delante de Zorobabel? Serás reducido a llanura. El sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia a ella.

⁹ Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.

⁶ y verá toda carne la Salud de Dios.

²⁹ ¶ El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

³⁶ Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.

²² Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salud viene de los Judíos.

⁸ Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

² Y luego yo fui en espíritu; y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado. ³ Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de Jaspe y de Sardónice; y un arco del cielo estaba alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda.

⁶ Y delante del trono había como un mar de color de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás.

⁹ Y cuando aquellos animales dan gloria y honra y alabanza al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás; ¹⁰ los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás; y echan sus coronas delante del trono, diciendo: ¹¹ Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas.

⁷ Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.

¹³ Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está sobre el mar, y todas las cosas que están en él, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, honra, y gloria, y potencia, para siempre jamás. ¹⁴ Y los cuatro animales decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, y adoraron al que vive para siempre jamás.

¹⁰ Y oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora es hecha en el cielo salvación, y virtud, y Reino de nuestro Dios, y potencia de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos es ya derribado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

¹ ¶ Después de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Alelu-JAH. Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro,

⁵ Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

³ Y toda cosa maldita no será más; sino el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.