Psalms 56:4 Cross References - JBS

⁴ En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado, no temeré lo que la carne me hiciere.

⁶ Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.

⁷ ¶ La ley del SEÑOR es perfecta, que convierte el alma; el testimonio del SEÑOR es fiel, que hace sabio al pequeño. ⁸ Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.

¹ De David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?

¹ Al Vencedor:
a los hijos de Coré:
Salmo sobre Alamot. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. ² Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón del mar.

¹⁰ En Dios alabaré su palabra; en el SEÑOR alabaré su palabra. ¹¹ En Dios he confiado; no temeré lo que el hombre me pueda hacer.

⁶ El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

⁸⁹ ¶ LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos. ⁹⁰ Por generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera.

¹⁶⁰ El principio de tu palabra es la misma verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.

² Adoraré al templo de tu santidad, y alabaré tu Nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu Nombre, y has engrandecido tu dicho sobre todas las cosas.

³ Y el egipcio hombre es, no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu, de manera que al extender el SEÑOR su mano, caerá el ayudador, y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.

¹⁰ No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

⁴ Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer. ⁵ Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el infierno; así os digo: a éste temed.

³⁵ Si dijo, dioses, a aquellos a los cuales fue hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

³¹ ¶ ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros? ³² El que aun a su propio Hijo no escatimó, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ³³ ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica. ³⁴ ¿Quién es el que los condenará? Cristo, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros. ³⁵ ¿Quién nos apartará de la caridad de Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? ³⁶ (Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.) ³⁷ Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por aquel que nos amó. ³⁸ Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ³⁹ ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en Cristo, Jesús, Señor nuestro.

⁶ De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.