Psalms 54 Cross References - JBS

¹ Al Vencedor: en Neginot:
Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme. ² Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca. ³ Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.) ⁴ ¶ He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma. ⁵ El volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad. ⁶ Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno. ⁷ Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.

¹⁴ Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY (YHWH) me ha enviado a vosotros. ¹⁵ Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos.

²¹ Guárdate delante de él, y oye su voz; no le entristezcas; porque él no perdonará vuestra rebelión; porque mi Nombre está en él.

⁵ ¶ Y el SEÑOR descendió en una nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de YO SOY. ⁶ Y pasando el SEÑOR por delante de él, proclamó: YO SOY el SEÑOR, YO SOY fuerte, misericordioso, y lleno de gracia; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;

¹⁹ ¶ Y subieron los de Zif a decir a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas del bosque, en el collado de Haquila (oscuro) que está a la mano derecha del desierto? ²⁰ Por tanto, rey, desciende ahora presto, según todo el deseo de tu alma, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey.

¹ ¶ Y vinieron los zifeos a Saúl en Gabaa, diciendo: ¿No está David escondido en el collado de Haquila delante del desierto?

⁶ y dijo: SEÑOR Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te enseñoreas en todos los reinos de los gentiles? ¿No está en tu mano la fuerza y potencia, que no hay quien te resista?

¹ Al Vencedor:
Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.

¹ De David. Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.

¹ ¶ Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra. ² Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

¹⁰ Conforme a tu Nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.

⁹ Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.

⁴ Y la fortaleza del Rey, que ama el juicio; tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia.

¹⁰ ¶ Torre fuerte es el nombre del SEÑOR; a él correrá el justo, y será levantado.

¹¹ porque el redentor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.

²⁷ He aquí que el nombre del SEÑOR viene de lejos: su rostro encendido, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira; y su lengua, como fuego que consume.

³⁴ El redentor de ellos es el Fuerte; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre; de cierto abogará la causa de ellos, para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.

⁵ No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca. ⁶ Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre son los de su casa.

²¹ Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

²³ He aquí una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que es, si lo declaras: Dios con nosotros.

²¹ Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.

¹² Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

¹ Al Vencedor: sobre Nehilot:
Salmo de David. Escucha, oh SEÑOR, mis palabras. Considera la meditación mía. ² Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. ³ Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré a ti, y esperaré.

³ Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;

¹ Al Vencedor: en Neginot:
Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. ² Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo,

² Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi oración.

⁷ ¶ Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

¹³ Hizo alejar de mí mis hermanos, y ciertamente mis conocidos se extrañaron de mí. ¹⁴ Mis parientes se detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí. ¹⁵ Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo en sus ojos.

⁸ ¶ Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El a mi diestra, no seré conmovido.

¹⁶ Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

¹ Al Vencedor:
del siervo del SEÑOR, de David. La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

¹⁴ Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean.

⁴ ¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad, que comen a mi pueblo como si comieran pan? A Dios no invocan.

³ Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR. ⁴ Sin iniquidad mía corren y se aperciben; despierta para venir a mi encuentro, y mira. ⁵ Y tú, SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para visitar todos los gentiles; no hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)

⁸ He sido extrañado de mis hermanos, y extraño a los hijos de mi madre.

¹⁴ Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de fuertes ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.

²⁰ Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiera a Barrabás, y a Jesús matara. ²¹ Y respondiendo el gobernador les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: a Barrabás. ²² Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Le dicen todos: Sea colgado en un madero. ²³ Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea colgado en un madero.

³ Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre ni a mí.

¹⁸ Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Jessé. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la cuadrilla.

¹² En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.

⁶ El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. ⁷ El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

¹³ Me empujaste con violencia para que cayera; pero el SEÑOR me ayudó.

¹⁰ No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

¹ He aquí mi siervo, me reclinaré sobre él; escogido mío, en quien mi alma toma contentamiento; puse mi Espíritu sobre él, dará juicio a los gentiles.

⁷ Porque el Señor DIOS me ayudará, por tanto no me avergoncé, por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado. ⁸ Cercano está de mí el que me justifica, ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí. ⁹ He aquí que el Señor DIOS me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán; los comerá polilla.

³¹ ¶ ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros?

⁶ De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.

⁸ Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.

¹¹ Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.

²³ Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

⁴⁹ Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias? Has jurado a David por tu verdad.

²³ El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.

⁸ Hija de Babilonia destruida, dichoso el que te diere tu pago, que nos pagaste a nosotros.

¹ Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia.

¹² Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo.

¹⁴ Alejandro el calderero me ha causado muchos males: Dios le pague conforme a sus hechos.

⁶ Tornadle a dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que ella os dio a beber, dadle a beber doblado.

⁶ Y allí llevaréis vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, y vuestros diezmos, y la ofrenda de vuestras manos, y vuestras promesas, y vuestras ofrendas voluntarias, y los primerizos de vuestras vacas y de vuestras ovejas; ⁷ y comeréis allí delante del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en que el SEÑOR tu Dios te hubiere bendecido.

¹⁷ Alabaré yo al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo.

¹³ Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantaremos y alabaremos tu valentía.

¹⁴ Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus promesas al Altísimo.

⁹ Te alabaré para siempre porque obraste; y esperaré a tu Nombre, porque es bueno, delante de tus misericordiosos.

¹³ ¶ Entraré en tu Casa con holo-caustos; te pagaré mis votos, ¹⁴ que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado. ¹⁵ Holocaustos de cebados te ofreceré, con perfume de carneros; sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.) ¹⁶ Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma.

¹ Salmo de Canción
para el día del Sábado. Bueno es alabar al SEÑOR, y cantar salmos a tu Nombre, oh Altísimo;

²² Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.

¹⁷ Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del SEÑOR.

¹³ Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia.

¹ Alelu-JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza.

¹⁶ el Angel que me ha redimido de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y se multipliquen en gran manera en medio de la tierra.

²⁴ Y he aquí, como tu vida ha sido estimada hoy en mis ojos, así sea mi vida estimada en los ojos del SEÑOR, y me libre de toda aflicción.

⁹ ¶ Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón Beerotita, y les dijo: Vive el SEÑOR que ha rescatado mi alma de toda angustia,

⁶ Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.

¹⁹ Cof Muchos son los males del justo; mas de todos ellos lo librará el SEÑOR;

³⁴ ¶ Cof Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores sean talados, lo verás.

¹⁰ Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío. ¹¹ Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

¹⁰ El Dios de mi misericordia me encontrará en el camino; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.

⁸ Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.

¹¹ Y miraron mis ojos mi deseo sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

⁸ Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo.

⁷ El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

¹⁸ Y el Señor me librará de toda obra mala, y me salvará para su Reino celestial, al cual sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.