Numbers 35:6 Cross References - JBS

⁶ Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se acoja allá; y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades.

¹³ De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de refugio. ¹⁴ Tres ciudades daréis de este lado del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán; las cuales serán ciudades de refugio.

⁴¹ ¶ Entonces apartó Moisés tres ciudades de este lado del Jordán al nacimiento del sol, ⁴² para que huyera allí el homicida que matara a su prójimo por yerro, sin haber tenido enemistad con él desde ayer ni desde anteayer; y que huyendo a una de estas ciudades viviera: ⁴³ A Beser en el desierto, en tierra de la llanura, de los rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los gaditas; y a Golán en Basán, de los de Manasés.

² Habla a los hijos de Israel, diciendo: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por Moisés; ³ para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por refugio contra el vengador {Heb. redentor} de la sangre del muerto. ⁴ Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y dirá sus causas, oyéndolo los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar que habite con ellos. ⁵ Y cuando el vengador {Heb. redentor} de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por yerro, ni tuvo con él antes enemistad. ⁶ Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación y hasta la muerte del sumo sacerdote que fuere en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó. ⁷ ¶ Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, y a Siquem en el monte de Efraín, y a Quiriat-arba, que es Hebrón, en el monte de Judá. ⁸ Y al otro lado del Jordán de Jericó, al oriente, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, y a Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y a Golán en Basán de la tribu de Manasés. ⁹ Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morara entre ellos, para que se acogiera a ellas cualquiera que hiriera hombre por yerro; para que no muriera por mano del vengador {Heb. redentor} de la sangre, hasta que compareciera delante de la congregación.

³ Entonces los hijos de Israel dieron a los levitas de sus posesiones, conforme a la palabra del SEÑOR, estas villas con sus ejidos.

¹³ Y a los hijos de Aarón sacerdote les dieron la ciudad de refugio para los homicidas, a Hebrón con sus ejidos; a Libna con sus ejidos,

²¹ Y les dieron a Siquem, villa de refugio para los homicidas, con sus ejidos, en el monte de Efraín; a Gezer con sus ejidos.

²⁷ A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron la villa de refugio para los homicidas, de la media tribu de Manasés; a Golán en Basán con sus ejidos, y a Bosra con sus ejidos: dos villas.

³² Y de la tribu de Neftalí, la villa de refugio para los homicidas, a Cedes en Galilea con sus ejidos, a Hamot-dor con sus ejidos, y a Cartán con sus ejidos, tres villas.

³⁶ Y de la tribu de Rubén, a Beser, a Jahaza,

³⁸ De la tribu de Gad, la villa de refugio para los homicidas, Ramot en Galaad con sus ejidos, Mahanaim con sus ejidos,

⁹ Y será el SEÑOR refugio al humilde, refugio para el tiempo de angustia.

⁷ En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios. ⁸ ¶ Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro amparo. (Selah.)

⁴ ¶ Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociera; no tuve refugio, no había quién volviera por mi vida. ⁵ Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.

⁶ Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día: para acogida y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.

²⁸ Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

¹⁸ para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos a unirnos a la esperanza propuesta;