Matthew 5:6 Cross References - JBS

⁶ Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (o rectitud), porque ellos serán saciados.

⁶ ¶ Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro. ⁷ Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.

¹⁵ Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.

¹ Al Vencedor:
Masquil a los hijos de Coré. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. ² Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!

¹ Salmo de David,
estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas. ² Así te miré en santidad, cuando vi tu fortaleza y tu gloria.

⁵ Como de sebo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de alegría te alabará mi boca,

⁴ Dichoso el que tú escogieres, e hicieres llegar para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu Casa, de tu santo templo.

² Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

⁹ Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.

¹⁹ Resh Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará.

¹ Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; he cogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed, amados, y embriagaos.

⁶ Y el SEÑOR de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos convite de engordados, convite de vinos purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.

¹⁷ Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo, el Dios de Israel, no los desampararé.

³ Porque yo derramaré aguas sobre el sediento, y ríos sobre la tierra árida. Derramaré mi Espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;

⁹ Para que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Manifestaos. Sobre los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos. ¹⁰ Nunca tendrán hambre, ni sed; ni el calor los afligirá, ni el sol; porque el que tiene de ellos misericordia, los guiará, y en manaderos de aguas los pastoreará.

¹ A todos los sedientos: Venid a las aguas. Y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche. ² ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien; y se deleitará vuestra alma con grosura. ³ Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

¹³ Por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre. He aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí, que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados;

¹¹ Para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que ordeñéis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.

¹¹ He aquí vienen días, dijo el Señor DIOS, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del SEÑOR. ¹² E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra del SEÑOR, y no la hallarán. ¹³ En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed.

⁵³ A los hambrientos colmó de bienes; y a los ricos envió vacíos.

²¹ Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.

²⁵ ¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! Porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! Porque lamentaréis y lloraréis.

¹⁴ mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

²⁷ Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló el Padre, que es Dios.

⁴⁸ YO SOY el pan de vida. ⁴⁹ Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos. ⁵⁰ Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera. ⁵¹ YO SOY el pan vivo que he descendido del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. ⁵² Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne a comer? ⁵³ Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. ⁵⁴ El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. ⁵⁵ Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. ⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. ⁵⁷ Como me envió el Padre Viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. ⁵⁸ Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos; el que come de este pan, vivirá eternamente.

³⁷ ¶ Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

¹⁶ No tendrán más hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún otro calor;