Genesis 2:7 Cross References - JBS

⁷ Formó, pues, El SEÑOR Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente.

¹⁹ con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado. Porque polvo eres, y al polvo serás tornado.

²³ y lo sacó el SEÑOR del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.

²² todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.

²² Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un varón el que pecó? ¿Y te airarás contra toda la congregación?

¹⁶ Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,

¹⁹ ¡Cuánto más en los que habitan en casas de lodo, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados de la polilla!

³ que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,

⁴ El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.

⁶ Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: De lodo soy yo también formado.

³ Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

¹⁴ Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.

¹⁴ Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y esto mi alma conoce en gran manera. ¹⁵ No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

²⁷ ¶ Lámpara del SEÑOR es el aliento del hombre que escudriña lo secreto del vientre.

⁷ tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

²⁰ Todo va a un lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. ²¹ ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?

⁷ y el polvo se torne a la tierra, como era antes, y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio.

²² Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es el estimado?

⁸ Ahora pues, SEÑOR, tú eres nuestro padre; nosotros lodo, y tú el que nos obraste, así que obra de tus manos somos todos nosotros.

¹ Carga de la palabra del SEÑOR sobre Israel. Dijo el SEÑOR, el que extiende los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él.

²² Y como hubo dicho esto, les sopló, y les dijo: Tomad el Espíritu Santo:

²⁵ ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las cosas;

²⁰ Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? O dirá el vaso de barro al que lo labró: ¿Por qué me has hecho tal?

⁴⁵ Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en alma viviente; el postrer Adán, en Espíritu vivificante.

⁴⁷ El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor, del cielo.

⁷ Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.

¹ ¶ Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa, no hecha de manos, eterna, en los cielos.

⁹ Además, tuvimos por castigadores a los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos: ¿por qué no seamos sujetos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?