Exodus 15:2 Cross References - JBS

² El SEÑOR es mi fortaleza, y mi canción, él me es por salud; éste es mi Dios, y a éste prepararé habitación; Dios de mi padre, y a éste ensalzaré.

⁷ ¶ Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y entre tu simiente después de ti por sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por Dios, y a tu simiente después de ti.

²¹ para volver en paz a casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios, ²² y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, la décima parte lo he de apartar para ti.

⁶ Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

¹⁵ Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos. ¹⁶ ¶ Ve, y junta los ancianos de Israel, y diles: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, se me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;

²² Y dirás al Faraón: El SEÑOR ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.

¹³ Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estaos quietos, y ved la salud del SEÑOR, que él hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.

³⁴ ¶ Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.

²¹ El será tu alabanza, y él será tu Dios, que ha hecho contigo estas grandes y terribles cosas que tus ojos han visto.

⁵ Ve y di a mi siervo David: Así dijo el SEÑOR: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?

⁴⁷ Viva el SEÑOR, y sea bendita mi peña; sea ensalzado el Dios, que es la roca de mi salvación.

⁵¹ El que engrandece la salud de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.

¹³ Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre.

²⁷ ¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta Casa que yo he edificado?

¹ Al Vencedor: Salmo del siervo del SEÑOR, de David, el cual habló al SEÑOR las palabras de este cántico el día que le libró el SEÑOR de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía. ² SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

⁴⁶ Viva el SEÑOR, y bendito sea mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud.

³ Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

¹⁰ Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

¹ De David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?

⁸ El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.

¹ Salmo de canción
al estrenar la casa de David: Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.

³ Guímel Engrandeced al SEÑOR conmigo, y ensalcemos su Nombre a una.

¹⁷ Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.

⁶ El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré. ⁷ En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios.

²⁰ Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; y el Señor DIOS tiene salidas para la muerte.

⁵ Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.

⁹ Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

¹ Al Vencedor: de David: Salmo. Oh Dios de mi alabanza, no calles;

¹⁴ Mi fortaleza y mi canción es JAH, y él me ha sido por salud.

²⁸ Mi Dios eres tú, y a ti alabaré; Dios mío, a ti ensalzaré.

⁵ hasta que halle lugar para el SEÑOR, moradas para el Fuerte de Jacob.

⁷ Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.

¹ Alef Te ensalzaré, mi Dios, mi Rey; y bendeciré tu Nombre por el siglo y para siempre.

² He aquí oh Dios, salud mía; me aseguraré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, el SEÑOR, el cual ha sido salud para mí.

¹ El SEÑOR, tú eres mi Dios; te alabaré, y ensalzaré tu nombre, porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.

¹⁷ Israel es salvo en el SEÑOR, salvación eterna; no os avergonzaréis, ni os afrentaréis, por todos los siglos.

⁶ Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para despertar las tribus de Jacob, y para que restituyas los asolamientos de Israel; también te di por luz de los gentiles, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra.

¹ El SEÑOR dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?

²³ Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes; ciertamente en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel.

³³ Mas éste es el Pacto que haré con la Casa de Israel después de aquellos días, dijo el SEÑOR: Daré mi ley en sus almas, y la escribiré en su corazón; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

³⁸ Y me serán ellos a mí por pueblo, y yo seré a ellos por Dios.

¹⁷ Porque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá fruto; la obra de la oliva mentirá, y los labrados no darán mantenimiento; las ovejas serán taladas de la majada, y en los corrales no habrá vacas; ¹⁸ pero yo en el SEÑOR me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré. ¹⁹ El Señor DIOS es mi fortaleza, el cual pondrá mis pies como de ciervas, y sobre mis alturas me hará andar victorioso en mis instrumentos de música.

⁹ Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: El SEÑOR es mi Dios.

⁷⁷ dando conocimiento de salud a su pueblo, para remisión de sus pecados,

³⁰ porque han visto mis ojos tu Salud,

²² Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salud viene de los Judíos.

²³ para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

¹² Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

¹⁹ Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí mismo, no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación.

²² en el cual vosotros también sois juntamente edificados, por morada de Dios en el Espíritu.

¹¹ Y todo lenguaje confiese que el Señor Jesús el Cristo está en la gloria de Dios, el Padre.

¹³ Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.

⁹ porque en él habita toda plenitud de la Divinidad corporalmente,

⁹ y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste muerto, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; ¹⁰ y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos en la tierra. ¹¹ Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones y millones, ¹² que decían a alta voz: El Cordero que fue muerto es digno de tomar potencia, y riquezas, y sabiduría, y fortaleza, y honra, y gloria, y bendición. ¹³ Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está sobre el mar, y todas las cosas que están en él, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, honra, y gloria, y potencia, para siempre jamás. ¹⁴ Y los cuatro animales decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, y adoraron al que vive para siempre jamás.

³ Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso. Tus caminos son justos y verdaderos, Rey de los santos.

¹ ¶ Después de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Alelu-JAH. Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro,