18 Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla junto al lugar de la puerta, y se le quebró la cerviz, y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años.
1 Samuel 4:18 Cross References - JBS
Leviticus 10:3
3 ¶ Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló el SEÑOR, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.
1 Samuel 2:31-32
1 Samuel 3:12-13
1 Samuel 4:13
13 y cuando llegó, he aquí Elí que estaba sentado sobre una silla atalayando junto al camino; porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Y cuando aquel hombre llegó a la ciudad, a dar las nuevas, toda la ciudad gritó.
1 Samuel 4:21-22
Psalms 26:8
8 SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.
Psalms 42:3
3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Psalms 42:10
10 Es como muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Psalms 69:9
9 Porque me consumió el celo de tu Casa; y los denuestos de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
Lamentations 2:15-19
15 Sámec: Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti. Silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es ésta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?
16 Pe: Todos tus enemigos abrieron sobre ti su boca; y silbaron, y rechinaron los dientes; dijeron: Devoremos; cierto este es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
17 Ayin: El SEÑOR hizo lo que determinó, cumplió su palabra que él había mandado desde tiempo antiguo; destruyó, y no perdonó; y alegró sobre ti al enemigo, y enalteció el cuerno de tus adversarios.
18 Tsade: El corazón de ellos clamaba al Señor: Oh muro de la hija de Sion, echa lágrimas como un arroyo día y noche; no descanses, ni calle la niña de tu ojo.
19 Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.