Bible verses about "whores" | SE

Proverbs 7:5-18

5 para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras. 6 Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía, 7 vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, un joven falto de entendimiento, 8 el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa; 9 a la tarde del día, ya que oscurecía; en la oscuridad y tiniebla de la noche. 10 Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro con atavío de ramera, guardada de corazón, 11 alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa; 12 unas veces de fuera, o bien por las plazas, acechando por todas las esquinas. 13 Y traba de él, y lo besa; desvergonzó su rostro, y le dijo: 14 Sacrificios de paz había prometido, hoy he pagado mis votos; 15 por tanto he salido a encontrarte, buscando tu rostro, y te he hallado. 16 Con paramentos he ataviado mi cama, recamados con cordoncillo de Egipto. 17 He sahumado mi cámara con mirra, áloes, y canela. 18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores.

Matthew 7:17-27

17 De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos. 18 No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol podrido llevar frutos buenos. 19 Todo árbol que no lleva buen fruto, se corta y se echa en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas? 23 Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña; 25 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la peña. 26 Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé al varón loco, que edificó su casa sobre la arena; 27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, e hicieron ímpetu en aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.

Mark 9:43-45

43 Mas si tu mano te escandalizare, córtala; mejor te es entrar a la vida manco, que teniendo dos manos ir a la Gehena, al fuego que no puede ser apagado; 44 donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo: mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehena, al fuego que no puede ser apagado;

Ezekiel 23:1-49

1 Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo: 2 Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una madre, 3 las cuales fornicaron en Egipto; en su juventud fornicaron. Allí fueron apretados sus pechos, y allí fueron estrujados los pechos de su virginidad. 4 Y se llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales fueron mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron, Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba. 5 Y Ahola cometió fornicación en mi poder; y se enamoró de sus amantes, los asirios sus vecinos, 6 vestidos de cárdeno, capitanes y príncipes, mancebos todos de codiciar, caballeros que andaban a caballo. 7 Y puso sus fornicaciones con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos. 8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto, porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación. 9 Por lo cual la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado. 10 Ellos descubrieron sus vergüenzas, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a cuchillo; y vino a ser de nombre entre las mujeres, pues en ella hicieron juicios. 11 Y lo vio su hermana Aholiba, y corrompió su amor más que ella; y sus fornicaciones, más que las fornicaciones de su hermana. 12 Se enamoró de los hijos de los asirios, sus vecinos, capitanes y príncipes, vestidos en perfección, caballeros que andaban a caballo, todos ellos mancebos de codiciar. 13 Y vi que se había contaminado, y que un camino era el de ambas. 14 Y aumentó sus fornicaciones; pues cuando vio unos hombres pintados en la pared, imágenes de caldeos pintadas de color, 15 ceñidos de talabartes por sus lomos, y mitras pintadas en sus cabezas, teniendo todos ellos parecer de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de caldeos, 16 se enamoró de ellos viéndolos, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos. 17 Y entraron a ella los hombres de Babilonia a la cama de los amores, y la contaminaron con su fornicación; y ella también se contaminó con ellos, y su alma se hartó de ellos. 18 Así hizo patentes sus fornicaciones, y descubrió sus vergüenzas; por lo cual mi alma se hartó de ella, como se había ya hartado mi alma de su hermana. 19 Aun multiplicó sus fornicaciones trayendo en memoria los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto. 20 Y se enamoró de sus rufianes, cuya carne es como carne de asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos. 21 Así tornaste a la memoria la suciedad de tu juventud, cuando estrujaron tus pechos en Egipto por los pechos de tu mocedad. 22 Por tanto, Aholiba, así dijo el Señor DIOS: He aquí que yo despierto tus amantes contra ti, de los cuales se hartó tu deseo, y yo les haré venir contra ti en derredor; 23 los de Babilonia, y todos los caldeos, mayordomos, y príncipes, y capitanes, todos los de Asiria con ellos; mancebos todos ellos de codiciar, capitanes y príncipes, todos ellos; nobles y principales, que montan a caballo todos ellos. 24 Y vendrán sobre ti carros, carretas, y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, y paveses, y capacetes pondrán contra ti en derredor; y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te juzgarán. 25 Y pondré mi celo contra ti, y obrarán contigo con furor; te quitarán tu nariz y tus orejas; y lo que te quedare caerá a cuchillo. Ellos tomarán tus hijos y tus hijas, y tu remanente será consumido por el fuego. 26 Y te desnudarán de tus vestidos, y tomarán los vasos de tu gloria. 27 Y haré cesar de ti tu suciedad, y tu fornicación de la tierra de Egipto; ni más levantarás a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto. 28 Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo; 29 los cuales obrarán contigo con odio, y tomarán todo lo que tú trabajaste, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la torpeza de tus fornicaciones, y tu suciedad, y tus fornicaciones. 30 Estas cosas se harán contigo, porque fornicaste en pos de los gentiles, con los cuales te contaminaste con sus ídolos. 31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondré su cáliz en tu mano. 32 Así dijo el Señor DIOS: Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana; de ti se mofarán los gentiles, y te escarnecerán; de gran cabida será el cáliz . 33 Serás llena de embriaguez y de dolor por el cáliz de soledad y de asolamiento, por el cáliz de tu hermana Samaria. 34 Lo beberás pues, y lo agotarás, y quebrarás sus tiestos; y tus pechos arrancarás; porque yo he hablado, dijo el Señor DIOS. 35 Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu suciedad y tus fornicaciones. 36 Y me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Ahola, y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones? 37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun sus hijos que me habían engendrado, hicieron pasar por el fuego a ellos, quemándolos. 38 Aun esto más me hicieron; contaminaron mi Santuario en aquel día, y profanaron mis sábados; 39 pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, se entraban en mi Santuario el mismo día para contaminarlo y he aquí, así hicieron en medio de mi Casa. 40 Y cuanto más, que enviaron por hombres que vienen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero; y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos; 41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue adornada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi perfume y mi óleo. 42 Y se oyó en ella voz de compañía en fiesta; y con los varones fueron traídos los sabeos del desierto para multiplicar los hombres; y pusieron manillas sobre sus manos, y coronas de gloria sobre sus cabezas. 43 Y dije a la envejecida en adulterios: Ahora fenecerán sus fornicaciones, y ella con ellos; 44 porque han venido a ella como quien viene a mujer ramera; así vinieron a las sucias mujeres, Ahola y a Aholiba. 45 Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos. 46 Por lo que así dijo el Señor DIOS: Yo haré subir contra ellas compañía, las entregaré a turbación y a rapiña; 47 y la compañía las apedrearán con piedras, y las acuchillarán con sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, y sus casas consumirán con fuego. 48 Y haré cesar la lujuria de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestra suciedad. 49 Y sobre vosotras pondrán vuestra lujuria, y llevaréis los pecados de vuestros ídolos; y sabréis que yo soy el Señor DIOS.

Ephesians 5:1-6:24

1 Así que sed imitadores de Dios como hijos amados; 2 y andad en caridad, como también el Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros por ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave. 3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los santos; 4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que también es servidor de ídolos, tiene herencia en el Reino del Cristo, y de Dios. 6 Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas ha venido la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7 No seáis pues compañeros con ellos; 8 porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz, 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad), 10 aprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien impugnadlas. 12 Porque torpe cosa es aun hablar de lo que estos hacen en oculto. 13 Mas todas las cosas cuando de la luz son impugnadas, son manifestadas; porque la luz es lo que manifiesta todo. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará el Cristo. 15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, sino como sabios; 16 redimiendo el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18 Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos de Espíritu; 19 hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo; 21 sujetados los unos a los otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. 23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como el Cristo es cabeza de la Iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. 24 Así que, como la Iglesia está sujeta al Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como el Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, 27 para presentársela gloriosa para sí mismo, una Iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala, como también El Señor a su Iglesia; 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre al padre y a la madre, y se allegará a su mujer, y serán dos en una carne. 32 Este misterio grande es; digo empero en el Cristo y en la Iglesia. 33 Así también haga cada uno de vosotros, cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer que tenga en reverencia a su marido.

Ephesians 6:1-24

1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, (que es el primer mandamiento con promesa), 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. 5 Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres; sino como siervos del Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios; 7 sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres; 8 sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced a ellos lo mismo, dejando las amenazas; sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él. 10 Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. 14 Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de la verdad, y vestidos de la cota de justicia. 15 Y calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz; 16 sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios; 18 por toda oración y ruego orando en todo tiempo en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y súplica por todos los santos, 19 y por mí, para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del Evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de él, como debo hablar. 21 Mas para que también vosotros sepáis mis negocios, y cómo lo paso, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel siervo en el Señor, 22 al cual os he enviado para esto mismo, para que entendáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones. 23 Paz sea a los hermanos y caridad y fe, por Dios Padre y el Señor Jesús, el Cristo. 24 Gracia sea con todos los que aman al Señor nuestro, Jesús, el Cristo en incorrupción. Amén.

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