2 Chronicles 9:6 Cross References - SE

6 mas yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis ojos han visto; y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza de tu sabiduría me había sido dicha; porque tú añades sobre la fama que yo había oído.

1 Kings 4:31

31 Y aun fue más sabio que todos los hombres; más que Etán ezraíta, y que Hemán y Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue nombrado entre todas las naciones de alrededor.

1 Kings 4:34

34 Y venían de todos los pueblos a oír la sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había llegado la fama de su sabiduría.

1 Kings 10:7

7 mas yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto, que ni aun se me dijo la mitad. Tu sabiduría y bien es mayor que la fama que yo había oído.

2 Chronicles 9:5

5 y dijo al rey: Verdad es lo que había oído en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría;

Psalms 31:19

19 Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

Song of Songs 5:9-16

9 ¿Qué es tu amado más que los otros amados, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que los otros amados, que así nos conjuras? 10 Mi amado es blanco y rubio, señalado entre diez mil. 11 Su cabeza, como, oro finísimo; sus cabellos crespos, negros como el cuervo. 12 Sus ojos, como palomas junto a los arroyos de las aguas, que se lavan con leche; como palomas que están junto a la abundancia. 13 Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, como lirios que destilan mirra que trasciende. 14 Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, como blanco marfil cubierto de zafiros. 15 Sus piernas, como columnas de mármol fundadas sobre basas de fino oro; su vista como el Líbano, escogido como los cedros. 16 Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi compañero, oh doncellas de Jerusalén.

Zechariah 9:17

17 Porque ­cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.

John 20:25-29

25 Le dijeron pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26 Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesus, las puertas cerradas, y se puso en medio, y dijo: Paz tengáis. 27 Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y alarga acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino fiel. 28 Entonces Tomás respondió, y le dijo: ­Señor mío, y Dios mío! 29 Le dice Jesus: Porque me has visto, oh Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron.

1 Corinthians 2:9

9 antes, como está escrito: Lo que ojo no vio, ni oreja oyó, ni ha subido en corazón de hombre, es lo que Dios ha preparado para aquellos que le aman.

1 John 3:2

2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere (en nosotros), seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.

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