Genesis 32:30 Cross References - ReinaValera

³⁰ Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel: porque vi á Dios cara á cara, y fué librada mi alma.

¹³ Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres el Dios de la vista; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?

¹⁹ Y llamó el nombre de aquel lugar Beth-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.

¹⁰ Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. ¹¹ Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron á Dios, y comieron y bebieron.

¹⁴ Y él dijo: Mi rostro irá contigo, y te haré descansar.

¹⁹ Y respondióle: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. ²⁰ Dijo más: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá. ²¹ Y dijo aún Jehová: He aquí lugar junto á mí, y tú estarás sobre la peña: ²² Y será que, cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado: ²³ Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.

⁸ Boca á boca hablaré con él, y á las claras, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová: ¿por qué pues no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

²⁴ Y dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego: hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste vive.

¹⁰ Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, á quien haya conocido Jehová cara á cara;

²² Y viendo Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto el ángel de Jehová cara á cara. ²³ Y Jehová le dijo: Paz á ti; no tengas temor, no morirás.

⁸ Y de allí subió á Penuel, y hablóles las mismas palabras. Y los de Penuel le respondieron como habían respondido los de Succoth.

¹⁷ Asimismo derribó la torre de Penuel, y mató á los de la ciudad.

²¹ Y el ángel de Jehová no tornó á aparecer á Manoa ni á su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. ²² Y dijo Manoa á su mujer: Ciertamente moriremos, porque á Dios hemos visto.

²⁵ Y reedificó Jeroboam á Sichêm en el monte de Ephraim, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó á Penuel.

⁵ Entonces dije: ­Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

¹⁸ A Dios nadie le vió jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le declaró.

¹⁸ Por tanto, nosotros todos, mirando á cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.

⁶ Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

⁶ Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó á la gracia de Cristo, á otro evangelio:

¹⁷ Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento;

¹⁵ El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.

¹⁰ Mas ahora es manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte, y sacó á la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio;

²⁷ Por fe dejó á Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.