11 Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; inquiridme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
Isaiah 45:11 Cross References - JBS
Genesis 32:26
26 Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.
Joshua 10:12
12 Entonces Josué habló al SEÑOR el día que el SEÑOR entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón.
Judges 16:23
23 Entonces los cardinales de los filisteos se juntaron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su dios, y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo.
Isaiah 19:25
25 Porque el SEÑOR de los ejércitos los bendecirá diciendo, bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Isaiah 29:23
23 porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de sí, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel;
Isaiah 43:3
3 Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Isaiah 43:7
7 todos los llamados de mi nombre; y para gloria mía los críe; los formé y los hice:
Isaiah 43:15
15 Yo soy el SEÑOR, Santo vuestro, Criador de Israel, vuestro Rey.
Isaiah 43:21
21 Este pueblo crié para mí; mis alabanzas contará.
Isaiah 48:17
17 Así dijo el SEÑOR, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy, el SEÑOR Dios tuyo, que te enseña provechosamente; que te encamina por el camino en que andas.
Isaiah 60:21
21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; serán renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
Isaiah 64:8
8 Ahora pues, SEÑOR, tú eres nuestro padre; nosotros lodo, y tú el que nos obraste, así que obra de tus manos somos todos nosotros.
Jeremiah 3:19
19 Pero yo dije: ¿Cómo te pondré por hijos, y te daré la tierra deseable, la heredad de codicia de los ejércitos de los gentiles? Y dije: Padre mío me llamarás, y no te apartarás de en pos de mí.
Jeremiah 31:1
1 En aquel tiempo, dijo el SEÑOR, yo seré por Dios a todos los linajes de Israel, y ellos me serán a mí por pueblo.
Jeremiah 31:9
9 Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque seré a Israel por Padre, y Efraín será mi primogénito.
Jeremiah 33:3
3 Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Ezekiel 36:37
37 Así dijo el Señor DIOS: Aún seré solicitado de la Casa de Israel, para hacerles esto; los multiplicaré de hombres a modo de rebaños.
Ezekiel 39:7
7 Y haré notorio mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré mancillar mi santo Nombre; y sabrán los gentiles que yo soy el SEÑOR, Santo en Israel.
Daniel 2:18
18 para demandar misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, y que Daniel y sus compañeros no perecieran con los otros sabios de Babilonia.
Daniel 9:2-3
2 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años, del cual habló el SEÑOR al profeta Jeremías, que había de concluir la asolación de Jerusalén en setenta años.
3 Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio, y ceniza.
Daniel 9:24-27
24 Setenta semanas están determinadas {Heb. cortadas} sobre tu pueblo y sobre tu Santa Ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y reconciliar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir el lugar santísimo.
25 Sepas, pues, y entiendas, que desde la salida de la palabra para hacer volver el pueblo y edificar a Jerusalén, hasta el Príncipe Ungido, {Heb. el Mesías} habrá siete semanas y sesenta y dos semanas, entre tanto se tornará a edificar la plaza y el muro en angustia de tiempos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas el Ungido, {Heb. Mesías} será muerto, y nada tendrá: (y el pueblo príncipe que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario; cuyo fin será como avenida de aguas; hasta que al fin de la guerra sea talada con asolamiento.)
27 En una semana (son ya setenta) confirmará el pacto por muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y el presente; y a causa de la multitud de las abominaciones vendrá desolamiento, hasta que perfecto acabamiento se derrame sobre el pueblo abominable.
Hosea 1:10
10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les decía: Vosotros no sois mi pueblo, les sea dicho: Hijos del Dios Viviente.
Hosea 12:4
4 Dominó al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.
Mark 11:24
24 Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Romans 9:4-8
4 que son israelitas, de los cuales es la adopción (como hijos), y la gloria, y los Pactos, y la data de la ley y el culto y las promesas;
5 cuyos son los padres, y de los cuales es el Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
6 ¶ No que la Palabra de Dios haya faltado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas;
7 ni por ser simiente de Abraham son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada simiente.
8 Quiere decir: No los que son hijos de la carne, son los hijos de Dios; sino los que son hijos de la promesa, éstos son contados en la generación.
2 Corinthians 6:18
18 y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Galatians 3:26-29
26 porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
27 Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.
28 No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la Simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa, los herederos.
Ephesians 2:10
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que andemos en ellas.