Exodus 19:18 Cross References - JBS

¹⁸ Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.

¹⁷ ¶ Y sucedió que puesto el sol, y hubo oscuridad, y he aquí un horno de humo, y una antorcha de fuego que pasó por entre las mitades.

²⁸ Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.

² Y se le apareció el Angel del SEÑOR en una llama de fuego en medio de un zarzal; y él miró, y vio que el zarzal ardía en fuego, y el zarzal no se consumía.

¹³ No le tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando hubiere sonado largamente el jubileo, subirán al monte.

¹⁸ ¶ Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.

¹⁷ Y el parecer de la gloria del SEÑOR era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.

¹¹ Y os acercasteis, y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube, y oscuridad. ¹² Y habló el SEÑOR con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.

²² Estas palabras habló el SEÑOR a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.

² Y dijo: el SEÑOR vino de Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció del monte de Parán, y vino con diez millares de santidad; a su diestra la ley de fuego para ellos.

⁵ Los montes se derritieron delante del SEÑOR, aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.

¹¹ Y él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante del SEÑOR. Y he aquí el SEÑOR que pasaba, y un gran y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante del SEÑOR; mas el SEÑOR no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; mas el SEÑOR no estaba en el terremoto. ¹² Y tras el terremoto un fuego; mas el SEÑOR no estaba en el fuego. Y tras el fuego una voz apacible y delicada.

¹ Y cuando Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria del SEÑOR llenó la Casa. ² Y no podían entrar los sacerdotes en la Casa del SEÑOR, porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR. ³ Y cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la Casa, cayeron en tierra en el solado sobre sus rostros, y adoraron, confesando al SEÑOR diciendo: Que es bueno, que su misericordia es para siempre.

⁷ ¶ Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah,) ⁸ la tierra tembló; también destilaron los cielos su lluvia ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

¹⁸ Anduvo en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; la tierra se estremeció y tembló.

³² el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca en los montes, y humean.

⁷ A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob;

⁵ Oh SEÑOR, abaja tus cielos y desciende; toca los montes, y humeen.

⁴ Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba; y la Casa se llenó de humo.

²⁴ Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.

⁵ Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. ⁶ ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y las peñas se rompen por él.

⁵ Y huiréis al valle de los montes; porque el valle de los montes llegará hasta Azal; y huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá; y vendrá el SEÑOR mi Dios, y todos sus santos con él.

⁷ Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.

⁸ con llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio del Señor nuestro, Jesús el Cristo;

¹⁸ ¶ Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,

²⁶ La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

¹⁰ Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo, serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están, serán quemadas.

⁸ Y fue el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por su potencia; y ninguno podía entrar en el templo, hasta que fueran consumadas las siete plagas de los siete ángeles.