Acts 3:1 Cross References - JBS

¹ ¶ Pedro y Juan subían juntos al Templo a la hora novena, la de la oración.

³⁹ Ofrecerás un cordero en la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde.

⁴ Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás entre las dos tardes;

³⁶ Y cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto de la tarde, se acercó el profeta Elías, y dijo: SEÑOR Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

¹⁷ Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.

¹⁰ Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cenadero que estaban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

²¹ aún estaba hablando en oración, y aquel varón Gabriel, al cual había visto en visión al principio, volando con vuelo, me tocó como a la hora del sacrificio de la tarde.

¹ ¶ Y después de seis días, Jesús toma a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los lleva aparte a un monte alto;

³⁷ Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.

¹⁰ Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.

⁸ Y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, aparejadnos el cordero de la pascua para que comamos.

⁴⁴ ¶ Y cuando era como la hora sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. ⁴⁵ Y el sol se oscureció; y el velo del Templo se rompió por medio. ⁴⁶ Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, dio el espíritu.

⁵³ y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

²³ Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba sentado en la mesa al lado de Jesús. ²⁴ A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntara quién era aquel de quien decía. ²⁵ El, entonces, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: Señor, ¿quién es?

² Entonces corrió, y vino a Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto. ³ Y salió Pedro, y el otro discípulo, y vinieron al sepulcro. ⁴ Y corrían los dos juntos; mas el otro discípulo corrió más presto que Pedro, y llegó primero al sepulcro. ⁵ Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos; mas no entró. ⁶ Llegó luego Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos, ⁷ y el sudario, que había sido puesto sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte. ⁸ Y entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al monumento, y vio, y creyó. ⁹ Porque aún no sabían la Escritura: Que era necesario que él resucitara de los muertos.

⁷ Dijo entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús, a Pedro: El Señor es. Entonces Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa, porque estaba desnudo, y se echó al mar.

¹⁸ De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te pasará donde no quieras. ¹⁹ Y esto dijo, señalando con qué muerte había de clarificar a Dios. Y dicho esto, le dice: Sígueme. ²⁰ ¶ Volviéndose Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús, que les seguía, el que también se había recostado a su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? ²¹ Así que cuando Pedro vio a éste, dice a Jesús: Señor, ¿y éste, qué? ²² Le dice Jesús: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.

⁴⁶ Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,

¹³ Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús.

²⁵ Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que echasteis en la cárcel, están en el Templo, y enseñan al pueblo.

¹⁴ ¶ Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan;

³ Este vio en visión manifiestamente, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba a él, y le decía: Cornelio.

³⁰ Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días hasta esta hora yo estaba en ayuno; y a la hora novena mientras oraba en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.

⁹ y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo, Cefas y Juan, que parecían ser las columnas, nos dieron la diestra de compañía a mí y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.