Psalms 104:1-119:176

SE(i) 1 Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido. 2 El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina; 3 que establece sus aposentos entre las aguas; el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento; 4 el que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros al fuego flameante. 5 El fundó la tierra sobre sus basas; no se moverá por ningún siglo. 6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas. 7 A tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron; 8 subieron los montes, descendieron los valles a este lugar que tú les fundaste. 9 Les pusiste término, el cual no traspasarán; ni volverán a cubrir la tierra. 10 Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; van entre los montes. 11 Abrevan a todas las bestias del campo; quebrantan su sed los asnos salvajes. 12 Junto a aquellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces. 13 El que riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra. 14 El que hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; sacando el pan de la tierra. 15 Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar el rostro con el aceite, y el pan que sustenta el corazón del hombre. 16 Se sacian los árboles del SEÑOR, los cedros del Líbano que él plantó. 17 Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene su casa la cigüeña. 18 Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos. 19 Hizo la luna para los tiempos; el sol conoció su occidente. 20 Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corren todas las bestias del monte. 21 Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida. 22 Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas. 23 Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde. 24 Cuán muchas son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión. 25 Asimismo este gran mar y ancho de términos; allí hay peces sin número, animales pequeños y grandes. 26 Allí andan navíos; allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. 27 Todos ellos esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo. 28 Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien. 29 Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo. 30 Envías tu espíritu, se crean; y renuevas la faz de la tierra. 31 Sea la gloria al SEÑOR para siempre; alégrese SEÑOR en sus obras; 32 el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca en los montes, y humean. 33 Al SEÑOR cantaré en mi vida; a mi Dios diré salmos mientras viviere. 34 Me será suave hablar de él; yo me alegraré en el SEÑOR. 35 Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, al SEÑOR. Alelu-JAH ( Alabemos al SEÑOR). 105 1 Alabad al SEÑOR, invocad su Nombre; haced notorias sus obras en los pueblos. 2 Cantadle, decid salmos a él; hablad de todas sus maravillas. 3 Gloriaos en su Nombre santo; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR. 4 Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre. 5 Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca, 6 oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos. 7 El es el SEÑOR nuestro Dios; en toda la tierra son sus juicios. 8 Se acordó para siempre de su alianza; de la palabra que mandó para mil generaciones, 9 la cual concertó con Abraham; y de su juramento a Isaac. 10 Y la estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto eterno, 11 diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán por cordel de vuestra heredad. 12 Esto siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella. 13 Y anduvieron de gente en gente, de un reino a otro pueblo. 14 No consintió que hombre los agraviase; y por causa de ellos castigó los reyes. 15 Diciendo : No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. 16 Y llamó al hambre sobre la tierra, y quebrantó toda fuerza de pan. 17 Envió un varón delante de ellos, a José, que fue vendido por siervo. 18 Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma. 19 Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó. 20 Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le desató. 21 Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión; 22 para echar presos sus príncipes como él quisiese, y enseñó sabiduría a sus ancianos. 23 Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam. 24 Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos. 25 Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que pensasen mal contra sus siervos. 26 Envió a su siervo Moisés, y a Aarón al cual escogió. 27 Pusieron en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam. 28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra. 29 Volvió sus aguas en sangre, y mató sus peces. 30 Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes. 31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todo su término. 32 Volvió sus lluvias en granizo; en fuego de llamas en su tierra. 33 E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término. 34 Dijo, y vinieron langostas, y pulgón sin número; 35 y comieron toda la hierba de su tierra, y comieron el fruto de su tierra. 36 Hirió además a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza. 37 Y los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo. 38 Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror. 39 Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. 40 Pidieron, e hizo venir codornices; y de pan del cielo los sació. 41 Abrió la peña, y corrieron aguas; fluyeron por los secadales un río. 42 Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su siervo. 43 Y sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. 44 Y les dio las tierras de los gentiles; y las labores de las naciones heredaron, 45 para que guardasen sus estatutos, y observasen sus leyes. Alelu-JAH. 106 1 Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. 2 ¿Quién expresará las valentías del SEÑOR? ¿Quién contará sus alabanzas? 3 Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo. 4 Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud; 5 para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu nación, y me gloríe con tu heredad. 6 Pecamos con nuestros padres, pervertimos, hicimos impiedad. 7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Bermejo. 8 Los salvó por su Nombre, para hacer notoria su fortaleza. 9 Y reprendió al mar Bermejo, y lo secó; y les hizo ir por el abismo, como por un desierto. 10 Y los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario. 11 Y cubrieron las aguas a sus enemigos; no quedó uno de ellos. 12 Entonces creyeron a sus palabras, y cantaron su alabanza. 13 Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo. 14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad. 15 Y él les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas. 16 Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR. 17 Se abrió la tierra, y tragó a Datán, y cubrió la compañía de Abiram. 18 Y se encendió el fuego en su compañía; la llama quemó los impíos. 19 Hicieron el becerro en Horeb, y adoraron a un vaciadizo. 20 Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba. 21 Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto; 22 maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo. 23 Y trató de destruirlos, a no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, a fin de apartar su ira, para que no los destruyese. 24 Y aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra; 25 antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del SEÑOR. 26 Por lo que alzó su mano a ellos, para postrarlos en el desierto, 27 y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras. 28 Se allegaron asimismo a Baal-peor, y comieron los sacrificios por los muertos. 29 Y ensañaron a Dios con sus obras, y aumentó la mortandad en ellos. 30 Entonces se puso Finees, y juzgó; y se detuvo la mortandad. 31 Y le fue contado a justicia de generación en generación para siempre. 32 También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos; 33 porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios. 34 No destruyeron los pueblos que el SEÑOR les dijo; 35 antes se mezclaron con los gentiles, y aprendieron sus obras. 36 Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina. 37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios; 38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre. 39 Se contaminaron así con sus obras, y fornicaron con sus hechos. 40 Se encendió por tanto el furor del SEÑOR sobre su pueblo, y abominó su heredad: 41 Y los entregó en poder de los gentiles, y se enseñorearon de ellos los que los aborrecían. 42 Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron a su consejo, y fueron humillados por su maldad. 44 El con todo, miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; 45 y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias. 46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. 47 Sálvanos, SEÑOR Dios nuestro, y júntanos de entre los gentiles, para que loemos tu santo Nombre, para que nos gloriemos de tus alabanzas. 48 Bendito el SEÑOR Dios de Israel, desde el siglo y hasta el siglo; y diga todo el pueblo, Amén. Alelu-JAH. 107 1 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. 2 Diganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo, 3 y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en dónde vivir. 5 Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. 6 Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones. 7 Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad de habitación. 8 Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 9 Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta. 10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte aprisionados, en aflicción y en hierros, 11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras del SEÑOR, y aborrecieron el consejo del Altísimo. 12 Por eso quebrantó él con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo quién los ayudase. 13 Luego que clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones. 14 Los sacó de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones. 15 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 16 Porque quebrantó las puertas de acero, y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17 Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus maldades fueron afligidos, 18 su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte. 19 Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones. 20 Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas. 21 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 22 Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo. 23 Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas, 24 ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar profundo. 25 El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas; 26 suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal. 27 Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida; 28 claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones. 29 Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan. 30 Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad. 31 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; y en la reunión de ancianos lo alaben. 33 El puso los ríos en desierto, y los manaderos de las aguas en sed; 34 la tierra fructífera en salados; por la maldad de los que la habitan. 35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra desierta en manaderos de agua. 36 Y aposenta allí hambrientos, y aderezan allí ciudad para habitación; 37 y siembran campos, y plantan viñas; y rinden fruto de aumento. 38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; y no disminuye sus bestias. 39 Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas. 40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errados, vagabundos, sin camino. 41 Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas. 42 Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca. 43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR? 108 1 Canción de Salmo: de David. Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y diré salmos; esta es mi gloria. 2 Despiértate, salterio y arpa; despertaré al alba. 3 Te alabaré, oh SEÑOR, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones. 4 Porque grande más que los cielos es tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad. 5 Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea ensalzada tu gloria. 6 Para que sean librados tus amados; salva con tu diestra, y respóndeme. 7 Dios juró por su santuario, me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 8 Mío será Galaad, mío será Manasés; y Efraín será la fortaleza de mi cabeza; Judá será mi legislador; 9 Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi calzado; sobre Palestina triunfaré con júbilo. 10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea? 11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos. 12 Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salud del hombre. 13 En Dios haremos proezas; y él hollará de nuevo a nuestros enemigos. 109 1 Al Vencedor: de David: Salmo. Oh Dios de mi alabanza, no calles; 2 porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí; han hablado de mí con lengua mentirosa, 3 y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa. 4 En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba. 5 Y pusieron contra mí mal por bien, y odio por mi amor. 6 Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra. 7 Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado. 8 Sean sus días pocos; tome otro su oficio. 9 Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda. 10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos. 11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo. 12 No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. 13 Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre. 14 Venga en memoria cerca del SEÑOR la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado. 15 Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria. 16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo. 17 Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre. 20 Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma. 21 Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena. 22 Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí. 23 Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento como langosta. 24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura. 25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza. 26 Ayúdame, SEÑOR Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia. 27 Y entiendan que esta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto . 28 Maldigan ellos, y bendice tú; levántense, mas sean avergonzados; y tu siervo sea alegrado. 29 Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto. 30 Yo alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos. 31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre, para librar su alma de los que le juzgan. 110 1 Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies. 2 La vara de tu fortaleza enviará el SEÑOR desde Sion; domina en medio de tus enemigos. 3 Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos. 4 Juró el SEÑOR, y no se arrepentirá. Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. 5 El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor: 6 Juzgará en los gentiles, los llenará de cuerpos muertos; herirá la cabeza sobre mucha tierra. 7 Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará cabeza. 111 1 Alelu-JAH. Alef Alabaré al SEÑOR con todo el corazón, Bet en la compañía y congregación de los rectos. 2 Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren. 3 He Honra y hermosura es su obra; Vau y su justicia permanece para siempre. 4 Zain Hizo memorables sus maravillas, Chet clemente y misericordioso es el SEÑOR. 5 Tet Dio mantenimiento a los que le temen; Yod para siempre se acordará de su pacto. 6 Caf La fortaleza de sus obras anunció a su pueblo, Lámed dándoles la heredad de los gentiles. 7 Mem Las obras de sus manos son verdad y juicio, Nun fieles son todos sus mandamientos; 8 Sámec Afirmados por siglo de siglo, Ayin hechos en verdad y en rectitud. 9 Pe Redención ha enviado a su pueblo, Tsade encargó para siempre su pacto, Cof santo y terrible es su Nombre. 10 Resh El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento es a todos los que los ponen por obra; Tau su loor permanece para siempre. 112 1 Alelu-JAH. Alef Bienaventurado el varón que teme al SEÑOR, Bet y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 2 Guímel Su simiente será valiente en la tierra; Dálet la generación de los rectos será bendita. 3 He Hacienda y riquezas habrá en su casa; Vau y su justicia permanece para siempre. 4 Zain Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet clemente, y misericordioso, y justo. 5 Tet El buen varón tiene misericordia y presta, Yod gobierna sus cosas con juicio. 6 Caf Por lo cual no resbalará para siempre, Lámed en memoria eterna será el justo. 7 Mem De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR. 8 Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo . 9 Pe Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria. 10 Resh Lo verá el impío, y se despechará; Sin crujirá los dientes, y se carcomerá; Tau el deseo de los impíos perecerá. 113 1 Alelu-JAH. Alabad, siervos del SEÑOR, alabad el Nombre del SEÑOR. 2 Sea el Nombre del SEÑOR bendito, desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el Nombre del SEÑOR. 4 Alto sobre todos los gentiles es el SEÑOR; sobre los cielos es su gloria. 5 ¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que enaltece para habitar; 6 que se abaje para ver en el cielo, y en la tierra; 7 que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol; 8 para hacerlo sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo; 9 que hace habitar en familia a la estéril, para que sea madre de hijos alegre. Alelu-JAH. 114 1 Saliendo Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo bárbaro, 2 Judá fue por su santidad, Israel su señorío. 3 El mar vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás. 4 Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos. 5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿ Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás? 6 Oh montes, ¿ por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos? 7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob; 8 el cual tornó la peña en estanque de aguas, y en fuente de aguas la roca. 115 1 No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad. 2 Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios? 3 Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho. 4 Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. 5 Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán; 6 orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán; 7 manos tienen, mas no palparán; tienen pies, mas no andarán; no hablarán con su garganta. 8 Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía. 9 Oh Israel, confía en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo. 10 Casa de Aarón, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo. 11 Los que teméis al SEÑOR, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo. 12 El SEÑOR se acordó de nosotros; bendecirá sobremanera a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón. 13 Bendecirá a los que temen al SEÑOR; a chicos y a grandes. 14 Acrecentará el SEÑOR bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos. 15 Benditos vosotros del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra. 16 Los cielos son los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. 17 No alabarán los muertos a JAH, ni todos los que descienden al silencio; 18 mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y para siempre. Alelu-JAH. 116 1 Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas. 2 Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días. 3 Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del sepulcro; angustia y dolor había yo hallado. 4 Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo : Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma. 5 Clemente es el SEÑOR y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios. 6 El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó. 7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien. 8 Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. 9 Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes. 10 Creí; por tanto hablé, y fui afligido en gran manera. 11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12 ¿Qué pagaré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo? 13 Tomaré la copa de la salud, e invocaré el Nombre del SEÑOR. 14 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo. 15 Estimada es en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos. 16 Así es oh SEÑOR, porque yo soy tu siervo, yo soy tu siervo, hijo de tu sierva; tú rompiste mis prisiones. 17 Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del SEÑOR. 18 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo; 19 en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH. 117 1 Alabad al SEÑOR todos los gentiles; alabadle todos los pueblos. 2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad del SEÑOR es para siempre. Alelu-JAH. 118 1 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. 2 Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia. 3 Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia. 4 Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es su misericordia. 5 Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura. 6 El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. 7 El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen. 8 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en hombre. 9 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en príncipes. 10 Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré. 11 Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré. 12 Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré. 13 Me empujaste con violencia para que cayese; pero el SEÑOR me ayudó. 14 Mi fortaleza y mi canción es JAH, y él me ha sido por salud. 15 Voz de júbilo y de salud hay en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías. 16 La diestra del SEÑOR es sublime, la diestra del SEÑOR hace valentías. 17 No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH. 18 Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte. 19 Abridme las puertas de la justicia, entraré por ellas, alabaré a JAH. 20 Esta puerta es del SEÑOR, por ella entrarán los justos. 21 Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud. 22 La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. 23 De parte del SEÑOR es esto, es maravilla en nuestros ojos. 24 Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él. 25 Oh SEÑOR, salva ahora, te ruego; oh SEÑOR, te ruego nos hagas prosperar ahora. 26 Bendito el que viene en Nombre del SEÑOR, desde la Casa del SEÑOR os bendecimos. 27 Dios es el SEÑOR que nos ha resplandecido, atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. 28 Mi Dios eres tú, y a ti alabaré; Dios mío, a ti ensalzaré. 29 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. 119 1 ALEF Bienaventurado los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan. 3 Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos. 4 Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados. 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos a guardar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirase en todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré, no me dejes enteramente. 9 BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. 14 En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos. 16 En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras. 17 GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra. 18 Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo. 21 Destruiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos. 22 Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu siervo en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros. 25 DALET Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas. 28 Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra. 29 Aparta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia. 30 Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. 31 Me he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón. 33 HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia. 41 VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salud, conforme a tu dicho. 42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré. 47 Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos. 49 ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley. 52 Me acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé. 53 Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley. 54 Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones. 55 Me acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley. 56 Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos. 57 CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios. 60 Me apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado, mas no me he olvidado de tu ley. 62 A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan. 65 TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra. 66 Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo. 68 Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. 69 Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata. 73 YOD Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que con verdad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. 77 Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado. 81 CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salud, esperando a tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame. 87 Casi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Conforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca. 89 LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos. 92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento. 97 MEM ­Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra. 102 De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste. 103 Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira. 105 NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino. 106 Juré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra. 108 Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley. 110 Me pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin. 113 SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; a tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí los malignos, y guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no me frustres de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos. 118 Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo. 121 AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien; no me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira. 129 PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma. 130 La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley. 137 TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios. 138 Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad. 139 Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama. 141 Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré. 145 COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos. 146 Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios. 147 Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra. 148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio. 150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad. 152 Hace ya mucho que he entendido de tus mandamientos, que para siempre los fundaste. 153 RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh SEÑOR, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es la misma verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia. 161 SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras. 162 Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera. 168 He guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti. 169 TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido. 174 He deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábale; y tus juicios me ayuden. 176 Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.