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8 Y el SEÑOR habló a Aarón, diciendo:
9 Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra, cuando hubiereis de entrar en el tabernáculo del testimonio, para que no muráis; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones;
10 y esto para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio;