Psalms 89:1-119:176

ReinaValera(i) 1 Masquil de Ethán Ezrahita. 2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; En los mismos cielos apoyarás tu verdad. 3 Hice alianza con mi escogido; Juré á David mi siervo: diciendo. 4 Para siempre confirmaré tu simiente, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.) 5 Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh Jehová; Tu verdad también en la congregación de los santos. 6 Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿Quién será semejante á Jehová entre los hijos de los potentados? 7 Dios terrible en la grande congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor suyo. 8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y tu verdad está en torno de ti. 9 Tú tienes dominio sobre la bravura de la mar: Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas. 10 Tú quebrantaste á Rahab como á un muerto: Con el brazo de tu fortaleza esparciste á tus enemigos. 11 Tuyos los cielos, tuya también la tierra: El mundo y su plenitud, tú lo fundaste. 12 Al aquilón y al austro tú los criaste: Tabor y Hermón cantarán en tu nombre. 13 Tuyo el brazo con valentía; Fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra. 14 Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro. 15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte: Andarán, oh Jehová, á la luz de tu rostro. 16 En tu nombre se alegrarán todo el día; Y en tu justicia serán ensalzados. 17 Porque tú eres la gloria de su fortaleza; Y por tu buena voluntad ensalzarás nuestro cuerno. 18 Porque Jehová es nuestro escudo; Y nuestro rey es el Santo de Israel. 19 Entonces hablaste en visión á tu santo, Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente; He ensalzado un escogido de mi pueblo. 20 Hallé á David mi siervo; Ungílo con el aceite de mi santidad. 21 Mi mano será firme con él, Mi brazo también lo fortificará. 22 No lo avasallará enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará. 23 Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos, Y heriré á sus aborrecedores. 24 Y mi verdad y mi misericordia serán con él; Y en mi nombre será ensalzado su cuerno. 25 Asimismo pondré su mano en la mar, Y en los ríos su diestra. 26 El me llamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salud. 27 Yo también le pondré por primogénito, Alto sobre los reyes de la tierra. 28 Para siempre le conservaré mi misericordia; Y mi alianza será firme con él. 29 Y pondré su simiente para siempre, Y su trono como los días de los cielos. 30 Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios; 31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos; 32 Entonces visitaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades. 33 Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad. 34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35 Una vez he jurado por mi santidad, Que no mentiré á David. 36 Su simiente será para siempre, Y su trono como el sol delante de mí. 37 Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.) 38 Mas tú desechaste y menospreciaste á tu ungido; Y te has airado con él. 39 Rompiste el pacto de tu siervo; Has profanado su corona hasta la tierra. 40 Aportillaste todos sus vallados; Has quebrantado sus fortalezas. 41 Menoscabáronle todos los que pasaron por el camino: Es oprobio á sus vecinos. 42 Has ensalzado la diestra de sus enemigos; Has alegrado á todos sus adversarios. 43 Embotaste asimismo el filo de su espada, Y no lo levantaste en la batalla. 44 Hiciste cesar su brillo, Y echaste su trono por tierra. 45 Has acortado los días de su juventud; Hasle cubierto de afrenta. (Selah.) 46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego? 47 Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo: ¿Por qué habrás criado en vano á todos los hijos del hombre? 48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su vida del poder del sepulcro? (Selah.) 49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, Que juraste á David por tu verdad? 50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; Oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos. 51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido. 52 Bendito Jehová para siempre. Amén, y Amén. 90 1 Oración de Moisés varón de Dios. 2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. 3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres. 4 Porque mil años delante de tus ojos, Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. 5 Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana: 6 En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. 7 Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos conturbados. 8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros á la luz de tu rostro. 9 Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento. 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Que si en los más robustos son ochenta años, Con todo su fortaleza es molestia y trabajo; Porque es cortado presto, y volamos. 11 ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? 12 Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. 13 Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. 14 Sácianos presto de tu misericordia: Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. 15 Alégranos conforme á los días que nos afligiste, Y los años que vimos mal. 16 Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos. 17 Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros: Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos, La obra de nuestras manos confirma. 91 1 EL que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré. 3 Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad. 5 No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día; 6 Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya. 7 Caerán á tu lado mil, Y diez mil á tu diestra: Mas á ti no llegará. 8 Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos. 9 Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación, 10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. 11 Pues que á sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. 12 En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra. 13 Sobre el león y el basilisco pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. 14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: Pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé: Con él estare yo en la angustia: Lo libraré, y le glorificaré. 16 Saciarélo de larga vida, Y mostraréle mi salud. 92 1 Salmo: Canción para el día del Sábado. 2 Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu verdad en las noches, 3 En el decacordio y en el salterio, En tono suave con el arpa. 4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. 5 Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. 6 El hombre necio no sabe, Y el insensato no entiende esto: 7 Que brotan los impíos como la hierba, Y florecen todos los que obran iniquidad, Para ser destruídos para siempre. 8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. 9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, Porque he aquí, perecerán tus enemigos; Serán disipados todos los que obran maldad. 10 Empero tú ensalzarás mi cuerno como el de unicornio: Seré ungido con aceite fresco. 11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos: Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos. 12 El justo florecerá como la palma: Crecerá como cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. 14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes; 15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto. Y que en él no hay injusticia. 93 1 JEHOVA reina, vistióse de magnificencia, Vistióse Jehová, ciñose de fortaleza; Afirmó también el mundo, que no se moverá. 2 Firme es tu trono desde entonces: Tú eres eternalmente. 3 Alzaron los ríos, oh Jehová, Alzaron los ríos su sonido; Alzaron los ríos sus ondas. 4 Jehová en las alturas es más poderoso Que el estruendo de las muchas aguas, Más que las recias ondas de la mar. 5 Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene á tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre. 94 1 JEHOVA, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. 2 Ensálzate, oh Juez de la tierra: Da el pago á los soberbios. 3 ¿Hasta cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos? 4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad? 5 A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, Y á tu heredad afligen. 6 A la viuda y al extranjero matan, Y á los huérfanos quitan la vida. 7 Y dijeron: No verá JAH, Ni entenderá el Dios de Jacob. 8 Entended, necios del pueblo; Y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios? 9 El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? 10 El que castiga las gentes, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? 11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres, Que son vanidad. 12 Bienaventurado el hombre á quien tú, JAH, castigares, Y en tu ley lo instruyeres; 13 Para tranquilizarle en los días de aflicción, En tanto que para el impío se cava el hoyo. 14 Porque no dejará Jehová su pueblo, Ni desamparará su heredad; 15 Sino que el juicio será vuelto á justicia, Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. 16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que obran iniquidad? 17 Si no me ayudara Jehová, Presto morara mi alma en el silencio. 18 Cuando yo decía: Mi pie resbala: Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. 19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. 20 ¿Juntaráse contigo el trono de iniquidades, Que forma agravio en el mandamiento? 21 Pónense en corros contra la vida del justo, Y condenan la sangre inocente. 22 Mas Jehová me ha sido por refugio; Y mi Dios por roca de mi confianza. 23 Y él hará tornar sobre ellos su iniquidad, Y los destruirá por su propia maldad; Los talará Jehová nuestro Dios. 95 1 VENID, celebremos alegremente á Jehová: Cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud. 2 Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos. 3 Porque Jehová es Dios grande; Y Rey grande sobre todos los dioses. 4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 5 Suya también la mar, pues él la hizo; Y sus manos formaron la seca. 6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, Como el día de Masa en el desierto; 9 Donde me tentaron vuestros padres, Probáronme, y vieron mi obra. 10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo. 96 1 CANTAD á Jehová canción nueva; Cantad á Jehová, toda la tierra. 2 Cantad á Jehová, bendecid su nombre: Anunciad de día en día su salud. 3 Contad entre las gentes su gloria, En todos los pueblos sus maravillas. 4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Terrible sobre todos los dioses. 5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos: Mas Jehová hizo los cielos. 6 Alabanza y magnificencia delante de él: Fortaleza y gloria en su santuario. 7 Dad á Jehová, oh familias de los pueblos, Dad á Jehová la gloria y la fortaleza. 8 Dad á Jehová la honra debida á su nombre: Tomad presentes, y venid á sus atrios. 9 Encorvaos á Jehová en la hermosura de su santuario: Temed delante de él, toda la tierra. 10 Decid en las gentes: Jehová reinó, También afirmó el mundo, no será conmovido: Juzgará á los pueblos en justicia. 11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra: Brame la mar y su plenitud. 12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está: Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento. 13 Delante de Jehová que vino: Porque vino á juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, Y á los pueblos con su verdad. 97 1 JEHOVA reinó: regocíjese la tierra: Alégrense las muchas islas. 2 Nube y oscuridad alrededor de él: Justicia y juicio son el asiento de su trono. 3 Fuego irá delante de él, Y abrasará en derredor sus enemigos. 4 Sus relámpagos alumbraron el mundo: La tierra vió, y estremecióse. 5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, Delante del Señor de toda la tierra. 6 Los cielos denunciaron su justicia, Y todos los pueblos vieron su gloria. 7 Avergüéncense todos los que sirven á las imágenes de talla, Los que se alaban de los ídolos: Los dioses todos á él se encorven. 8 Oyó Sión, y alegróse; Y las hijas de Judá, Oh Jehová, se gozaron por tus juicios. 9 Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra: Eres muy ensalzado sobre todos los dioses. 10 Los que á Jehová amáis, aborreced el mal: Guarda él las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. 11 Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón. 12 Alegraos, justos, en Jehová: Y alabad la memoria de su santidad. 98 1 Salmo. 2 Jehová ha hecho notoria su salud: En ojos de las gentes ha descubierto su justicia. 3 Hase acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel: Todos los términos de la tierra han visto la salud de nuestro Dios. 4 Cantad alegres á Jehová, toda la tierra; Levantad la voz, y aplaudid, y salmead. 5 Salmead á Jehová con arpa; Con arpa y voz de cántico. 6 Aclamad con trompetas y sonidos De bocina delante del rey Jehová. 7 Brame la mar y su plenitud; El mundo y los que en él habitan; 8 Los ríos batan las manos; Los montes todos hagan regocijo, 9 Delante de Jehová; porque vino á juzgar la tierra: Juzgará al mundo con justicia, Y á los pueblos con rectitud. 99 1 JEHOVA reinó, temblarán los pueblos: El está sentado sobre los querubines, conmoveráse la tierra. 2 Jehová en Sión es grande, Y ensalzado sobre todos los pueblos. 3 Alaben tu nombre grande y tremendo: El es santo. 4 Y la gloria del rey ama el juicio: Tú confirmas la rectitud; Tú has hecho en Jacob juicio y justicia. 5 Ensalzad á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos al estrado de sus pies: El es santo. 6 Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, Y Samuel entre los que invocaron su nombre; Invocaban á Jehová, y él les respondía. 7 En columna de nube hablaba con ellos: Guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado. 8 Jehová Dios nuestro, tú les respondías: Tú les fuiste un Dios perdonador, Y vengador de sus obras. 9 Ensalzad á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos al monte de su santidad; Porque Jehová nuestro Dios es santo. 100 1 Salmo de alabanza. 2 Servid á Jehová con alegría: Venid ante su acatamiento con regocijo. 3 Reconoced que Jehová él es Dios: El nos hizo, y no nosotros á nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4 Entrad por sus puertas con reconocimiento, Por sus atrios con alabanza: Alabadle, bendecid su nombre. 5 Porque Jehová es bueno: para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones. 101 1 Salmo de David. 2 Entenderé en el camino de la perfección Cuando vinieres á mí: En integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. 3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta: Aborrezco la obra de los que se desvían: Ninguno de ellos se allegará á mí. 4 Corazón perverso se apartará de mí; No conoceré al malvado. 5 Al que solapadamente infama á su prójimo, yo le cortaré; No sufriré al de ojos altaneros, y de corazón vanidoso. 6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo: El que anduviere en el camino de la perfección, éste me sevirá. 7 No habitará dentro de mi casa el que hace fraude: El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. 8 Por las mañanas cortaré á todos los impíos de la tierra; Para extirpar de la ciudad de Jehová á todos los que obraren iniquidad. 102 1 Oración del pobre, cuando estuviere angustiado, y delante de Jehová derramare su lamento. 2 No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia Inclina á mí tu oído; El día que te invocare, apresúrate á responderme. 3 Porque mis días se han consumido como humo; Y mis huesos cual tizón están quemados. 4 Mi corazón fué herido, y secóse como la hierba; Por lo cual me olvidé de comer mi pan. 5 Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne. 6 Soy semejante al pelícano del desierto; Soy como el buho de las soledades. 7 Velo, y soy Como el pájaro solitario sobre el tejado. 8 Cada día me afrentan mis enemigos; Los que se enfurecen contra mí, hanse contra mí conjurado. 9 Por lo que como la ceniza á manera de pan, Y mi bebida mezclo con lloro, 10 A causa de tu enojo y de tu ira; Pues me alzaste, y me has arrojado. 11 Mis días son como la sombra que se va; Y heme secado como la hierba. 12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria para generación y generación. 13 Tú levantándote, tendrás misericordia de Sión; Porque el tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado. 14 Porque tus siervos aman sus piedras, Y del polvo de ella tienen compasión. 15 Entonces temerán las gentes el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria; 16 Por cuanto Jehová habrá edificado á Sión, Y en su gloria será visto; 17 Habrá mirado á la oración de los solitarios, Y no habrá desechado el ruego de ellos. 18 Escribirse ha esto para la generación venidera: Y el pueblo que se criará, alabará á JAH. 19 Porque miró de lo alto de su santuario; Jehová miró de los cielos á la tierra, 20 Para oir el gemido de los presos, Para soltar á los sentenciados á muerte; 21 Porque cuenten en Sión el nombre de Jehová, Y su alabanza en Jerusalem, 22 Cuando los pueblos se congregaren en uno, Y los reinos, para servir á Jehová. 23 El afligió mi fuerza en el camino; Acortó mis días. 24 Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días: Por generación de generaciones son tus años. 25 Tú fundaste la tierra antiguamente, Y los cielos son obra de tus manos. 26 Ellos perecerán, y tú permanecerás; Y todos ellos como un vestido se envejecerán; Como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados: 27 Mas tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán. 28 Los hijos de tus siervos habitarán, Y su simiente será afirmada delante de ti. 103 1 Salmo de David. 2 Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová el que hace justicia Y derecho á todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó á Moisés, Y á los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme á nuestras iniquidades; Ni nos ha pagado conforme á nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Acuérdase que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días, Florece como la flor del campo. 16 Que pasó el viento por ella, y pereció: Y su lugar no la conoce más. 17 Mas la misericordia de Jehová desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; 18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. 19 Jehová afirmó en los cielos su trono; Y su reino domina sobre todos. 20 Bendecid á Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo á la voz de su precepto. 21 Bendecid á Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad. 22 Bendecid á Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía á Jehová. 104 1 BENDICE, alma mía, á Jehová. Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; Haste vestido de gloria y de magnificencia. 2 El que se cubre de luz como de vestidura, Que extiende los cielos como una cortina; 3 Que establece sus aposentos entre las aguas; El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento; 4 El que hace á sus ángeles espíritus, Sus ministros al fuego flameante. 5 El fundó la tierra sobre sus basas; No será jamás removida. 6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas. 7 A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron; 8 Subieron los montes, descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste. 9 Pusísteles término, el cual no traspasarán; Ni volverán á cubrir la tierra. 10 Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; Van entre los montes. 11 Abrevan á todas las bestias del campo: Quebrantan su sed los asnos montaraces. 12 Junto á aquellos habitarán las aves de los cielos; Entre las ramas dan voces. 13 El que riega los montes desde sus aposentos: Del fruto de sus obras se sacia la tierra. 14 El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra. 15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace lucir el rostro, Y el pan que sustenta el corazón del hombre. 16 Llénanse de jugo los árboles de Jehová, Los cedros del Líbano que él plantó. 17 Allí anidan las aves; En las hayas hace su casa la cigüeña. 18 Los montes altos para las cabras monteses; Las peñas, madrigueras para los conejos. 19 Hizo la luna para los tiempos: El sol conoce su ocaso. 20 Pone las tinieblas, y es la noche: En ella corretean todas las bestias de la selva. 21 Los leoncillos braman á la presa, Y para buscar de Dios su comida. 22 Sale el sol, recógense, Y échanse en sus cuevas. 23 Sale el hombre á su hacienda, Y á su labranza hasta la tarde. 24 Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios. 25 Asimismo esta gran mar y ancha de términos: En ella pescados sin número, Animales pequeños y grandes. 26 Allí andan navíos; Allí este leviathán que hiciste para que jugase en ella. 27 Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida á su tiempo. 28 Les das, recogen; Abres tu mano, hártanse de bien. 29 Escondes tu rostro, túrbanse: Les quitas el espíritu, dejan de ser, Y tórnanse en su polvo. 30 Envías tu espíritu, críanse: Y renuevas la haz de la tierra. 31 Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras; 32 El cual mira á la tierra, y ella tiembla; Toca los montes, y humean. 33 A Jehová cantaré en mi vida: A mi Dios salmearé mientras viviere. 34 Serme ha suave hablar de él: Yo me alegraré en Jehová. 35 Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, á Jehová. Aleluya. 105 1 ALABAD á Jehová, invocad su nombre. Haced notorias sus obras en los pueblos. 2 Cantadle, cantadle salmos: Hablad de todas sus maravillas. 3 Gloriaos en su santo nombre: Alégrese el corazón de los que buscan á Jehová. 4 Buscad á Jehová, y su fortaleza: Buscad siempre su rostro. 5 Acordaos de sus maravillas que hizo, De sus prodigios y de los juicios de su boca, 6 Oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos. 7 El es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra son sus juicios. 8 Acordóse para siempre de su alianza; De la palabra que mandó para mil generaciones, 9 La cual concertó con Abraham; Y de su juramento á Isaac. 10 Y establecióla á Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno, 11 Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán Por cordel de vuestra heredad. 12 Esto siendo ellos pocos hombres en número, Y extranjeros en ella. 13 Y anduvieron de gente en gente, De un reino á otro pueblo. 14 No consintió que hombre los agraviase; Y por causa de ellos castigó los reyes. 15 No toquéis, dijo, á mis ungidos, Ni hagáis mal á mis profetas. 16 Y llamó al hambre sobre la tierra, Y quebrantó todo mantenimiento de pan. 17 Envió un varón delante de ellos, A José, que fué vendido por siervo. 18 Afligieron sus pies con grillos; En hierro fué puesta su persona. 19 Hasta la hora que llegó su palabra, El dicho de Jehová le probó. 20 Envió el rey, y soltóle; El señor de los pueblos, y desatóle. 21 Púsolo por señor de su casa, Y por enseñoreador en toda su posesión; 22 Para que reprimiera á sus grandes como él quisiese, Y á sus ancianos enseñara sabiduría. 23 Después entró Israel en Egipto, Y Jacob fué extranjero en la tierra de Châm. 24 Y multiplicó su pueblo en gran manera, E hízolo fuerte más que sus enemigos. 25 Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen á su pueblo, Para que contra sus siervos pensasen mal. 26 Envió á su siervo Moisés, Y á Aarón al cual escogió. 27 Pusieron en ellos las palabras de sus señales, Y sus prodigios en la tierra de Châm. 28 Echó tinieblas, é hizo oscuridad; Y no fueron rebeldes á su palabra. 29 Volvió sus aguas en sangre, Y mató sus pescados. 30 Produjo su tierra ranas, Aun en las cámaras de sus reyes. 31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas, Y piojos en todo su término. 32 Volvió en su tierra sus lluvias en granizo, Y en fuego de llamaradas. 33 E hirió sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su término. 34 Dijo, y vinieron langostas, Y pulgón sin número; 35 Y comieron toda la hierba de su país, Y devoraron el fruto de su tierra. 36 Hirió además á todos los primogénitos en su tierra, El principio de toda su fuerza. 37 Y sacólos con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo. 38 Egipto se alegró de que salieran; Porque su terror había caído sobre ellos. 39 Extendió una nube por cubierta, Y fuego para alumbrar la noche. 40 Pidieron, é hizo venir codornices; Y saciólos de pan del cielo. 41 Abrió la peña, y fluyeron aguas; Corrieron por los secadales como un río. 42 Porque se acordó de su santa palabra, Dada á Abraham su siervo. 43 Y sacó á su pueblo con gozo; Con júbilo á sus escogidos. 44 Y dióles las tierras de las gentes; Y las labores de las naciones heredaron: 45 Para que guardasen sus estatutos, Y observasen sus leyes. Aleluya. 106 1 ALELUYA. Alabad á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 ¿Quién expresará las valentías de Jehová? ¿Quién contará sus alabanzas? 3 Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen justicia en todo tiempo. 4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo: Visítame con tu salud; 5 Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu gente, Y me gloríe con tu heredad. 6 Pecamos con nuestros padres, Hicimos iniquidad, hicimos impiedad. 7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; Sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo. 8 Salvólos empero por amor de su nombre, Para hacer notoria su fortaleza. 9 Y reprendió al mar Bermejo, y secólo; E hízoles ir por el abismo, como por un desierto. 10 Y salvólos de mano del enemigo, Y rescatólos de mano del adversario. 11 Y cubrieron las aguas á sus enemigos: No quedó uno de ellos. 12 Entonces creyeron á sus palabras, Y cantaron su alabanza. 13 Apresuráronse, olvidáronse de sus obras; No esperaron en su consejo. 14 Y desearon con ansia en el desierto; Y tentaron á Dios en la soledad. 15 Y él les dió lo que pidieron; Mas envió flaqueza en sus almas. 16 Tomaron después celo contra Moisés en el campo, Y contra Aarón el santo de Jehová. 17 Abrióse la tierra, y tragó á Dathán, Y cubrió la compañía de Abiram. 18 Y encendióse el fuego en su junta; La llama quemó los impíos. 19 Hicieron becerro en Horeb, Y encorváronse á un vaciadizo. 20 Así trocaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba. 21 Olvidaron al Dios de su salud, Que había hecho grandezas en Egipto; 22 Maravillas en la tierra de Châm, Cosas formidables sobre el mar Bermejo. 23 Y trató de destruirlos, A no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, A fin de apartar su ira, para que no los destruyese. 24 Empero aborrecieron la tierra deseable: No creyeron á su palabra; 25 Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Jehová. 26 Por lo que alzó su mano á ellos, En orden á postrarlos en el desierto, 27 Y humillar su simiente entre las gentes, Y esparcirlos por las tierras. 28 Allegáronse asimismo á Baalpeor, Y comieron los sacrificios de los muertos. 29 Y ensañaron á Dios con sus obras, Y desarrollóse la mortandad en ellos. 30 Entonces se levantó Phinees, é hizo juicio; Y se detuvo la plaga. 31 Y fuéle contado á justicia De generación en generación para siempre. 32 También le irritaron en las aguas de Meriba: E hizo mal á Moisés por causa de ellos; 33 Porque hicieron se rebelase su espíritu, Como lo expresó con sus labios. 34 No destruyeron los pueblos Que Jehová les dijo; 35 Antes se mezclaron con las gentes, Y aprendieron sus obras. 36 Y sirvieron á sus ídolos; Los cuales les fueron por ruina. 37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios; 38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que sacrificaron á los ídolos de Canaán: Y la tierra fué contaminada con sangre. 39 Contamináronse así con sus obras, Y fornicaron con sus hechos. 40 Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad: 41 Y entrególos en poder de las gentes, Y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían. 42 Y sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano. 43 Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron á su consejo, Y fueron humillados por su maldad. 44 El con todo, miraba cuando estaban en angustia, Y oía su clamor: 45 Y acordábase de su pacto con ellos, Y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones. 46 Hizo asimismo tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. 47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y júntanos de entre las gentes, Para que loemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus alabanzas. 48 Bendito Jehová Dios de Israel, Desde el siglo y hasta el siglo: Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya. 107 1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Digan lo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo, 3 Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del aquilón y de la mar. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, No hallando ciudad de población. 5 Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. 6 Habiendo empero clamado á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones: 7 Y dirigiólos por camino derecho, Para que viniesen á ciudad de población. 8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 9 Porque sació al alma menesterosa, Y llenó de bien al alma hambrienta. 10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros; 11 Por cuanto fueron rebeldes á las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo. 12 Por lo que quebrantó él con trabajo sus corazones, Cayeron y no hubo quien los ayudase; 13 Luego que clamaron á Jehová en su angustia, Librólos de sus aflicciones. 14 Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones. 15 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 16 Porque quebrantó las puertas de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17 Los insensatos, á causa del camino de su rebelión Y á causa de sus maldades, fueron afligidos. 18 Su alma abominó toda vianda, Y llegaron hasta las puertas de la muerte. 19 Mas clamaron á Jehová en su angustia, Y salvólos de sus aflicciones. 20 Envió su palabra, y curólos, Y librólos de su ruina. 21 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres: 22 Y sacrifiquen sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo. 23 Los que descienden á la mar en navíos, Y hacen negocio en las muchas aguas, 24 Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus maravillas en el profundo. 25 El dijo, é hizo saltar el viento de la tempestad, Que levanta sus ondas. 26 Suben á los cielos, descienden á los abismos: Sus almas se derriten con el mal. 27 Tiemblan, y titubean como borrachos, Y toda su ciencia es perdida. 28 Claman empero á Jehová en su angustia, Y líbralos de sus aflicciones. 29 Hace parar la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. 30 Alégranse luego porque se reposaron; Y él los guía al puerto que deseaban. 31 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; Y en consistorio de ancianos lo alaben. 33 El vuelve los ríos en desierto, Y los manantiales de las aguas en secadales; 34 La tierra fructífera en salados, Por la maldad de los que la habitan. 35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, Y la tierra seca en manantiales. 36 Y allí aposenta á los hambrientos, Y disponen ciudad para habitación; 37 Y siembran campos, y plantan viñas, Y rinden crecido fruto. 38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; Y no disminuye sus bestias. 39 Y luego son menoscabados y abatidos A causa de tiranía, de males y congojas. 40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, Y les hace andar errados, vagabundos, sin camino: 41 Y levanta al pobre de la miseria, Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas. 42 Vean los rectos, y alégrense; Y toda maldad cierre su boca. 43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová? 108 1 Canción: Salmo de David. 2 Despiértate, salterio y arpa: Despertaré al alba. 3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones. 4 Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad. 5 Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria. 6 Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme. 7 Dios habló por su santuario: alegraréme, Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth. 8 Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador; 9 Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme sobre Palestina. 10 ¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea? 11 Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos. 12 Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre. 13 En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos. 109 1 Al Músico principal: Salmo de David. 2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa, 3 Y con palabras de odio me rodearon; Y pelearon contra mí sin causa. 4 En pago de mi amor me han sido adversarios: Mas yo oraba. 5 Y pusieron contra mí mal por bien, Y odio por amor. 6 Pon sobre él al impío: Y Satán esté á su diestra. 7 Cuando fuere juzgado, salga impío; Y su oración sea para pecado. 8 Sean sus días pocos: Tome otro su oficio. 9 Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda. 10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares. 11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo. 12 No tenga quien le haga misericordia; Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. 13 Su posteridad sea talada; En segunda generación sea raído su nombre. 14 Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado. 15 Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria. 16 Por cuanto no se acordo de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso Y quebrantado de corazón, para matar lo. 17 Y amó la maldición, y vínole; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él. 18 Y vistióse de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos. 19 Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre. 20 Este sea el pago de parte de Jehová de los que me calumnian, Y de los que hablan mal contra mi alma. 21 Y tú, Jehová Señor, haz conmigo por amor de tu nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena. 22 Porque yo estoy afligido y necesitado; Y mi corazón está herido dentro de mí. 23 Voime como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta. 24 Mis rodillas están debilitadas á causa del ayuno, Y mi carne desfallecida por falta de gordura. 25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Mirábanme, y meneaban su cabeza. 26 Ayúdame, Jehová Dios mío: Sálvame conforme á tu misericordia. 27 Y entiendan que ésta es tu mano; Que tú, Jehová, has hecho esto. 28 Maldigan ellos, y bendice tú: Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo. 29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian; Y sean cubiertos de su confusión como con manto. 30 Yo alabaré á Jehová en gran manera con mi boca, Y le loaré en medio de muchos. 31 Porque él se pondrá á la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan. 110 1 Salmo de David. 2 La vara de tu fortaleza enviará Jehová desde Sión: Domina en medio de tus enemigos. 3 Tu pueblo serálo de buena voluntad en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, Tienes tú el rocío de tu juventud. 4 Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melchîsedech. 5 El Señor á tu diestra Herirá á los reyes en el día de su furor: 6 Juzgará en las gentes, Llenará las de cadáveres: Herirá las cabezas en muchas tierras. 7 Del arroyo beberá en el camino: Por lo cual levantará cabeza. 111 1 Aleluya. 2 Grandes son las obras de Jehová; Buscadas de todos los que las quieren. 3 Gloria y hermosura es su obra; Y su justicia permanece para siempre. 4 Hizo memorables sus maravillas: Clemente y misericordioso es Jehová. 5 Dió mantenimiento á los que le temen; Para siempre se acordará de su pacto. 6 El poder de sus obras anunció á su pueblo, Dándole la heredad de las gentes. 7 Las obras de sus manos son verdad y juicio: Fieles son todos sus mandamientos; 8 Afirmados por siglo de siglo, Hechos en verdad y en rectitud. 9 Redención ha enviado á su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto: Santo y terrible es su nombre. 10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: Su loor permanece para siempre. 112 1 Aleluya. 2 Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita. 3 Hacienda y riquezas hay en su casa; Y su justicia permanece para siempre. 4 Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: Es clemente, y misericordioso, y justo. 5 El hombre de bien tiene misericordia y presta; Gobierna sus cosas con juicio. 6 Por lo cual no resbalará para siempre: En memoria eterna será el justo. 7 De mala fama no tendrá temor: Su corazón está apercibido, confiado en Jehová. 8 Asentado está su corazón, no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo. 9 Esparce, da á los pobres: Su justicia permanece para siempre; Su cuerno será ensalzado en gloria. 10 Verálo el impío, y se despechará; Crujirá los dientes, y se repudrirá: Perecerá el deseo de los impíos. 113 1 Aleluya. 2 Sea el nombre de Jehová bendito, Desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. 4 Alto sobre todas las naciones es Jehová; Sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que ha enaltecido su habitación, 6 Que se humilla á mirar En el cielo y en la tierra? 7 El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del estiércol, 8 Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. 9 El hace habitar en familia á la estéril, Gozosa en ser madre de hijos. Aleluya. 114 1 CUANDO salió Israel de Egipto, La casa de Jacob del pueblo bárbaro, 2 Judá fué su consagrada heredad, Israel su señorío. 3 La mar vió, y huyó; El Jordán se volvió atrás. 4 Los montes saltaron como carneros: Los collados como corderitos. 5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás? 6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, Y vosotros, collados, como corderitos? 7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob; 8 El cual tornó la peña en estanque de aguas, Y en fuente de aguas la roca. 115 1 NO á nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria; Por tu misericordia, por tu verdad. 2 Por qué dirán las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? 3 Y nuestro Dios está en los cielos: Todo lo que quiso ha hecho. 4 Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 5 Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán; 6 Orejas tienen, mas no oirán; Tienen narices, mas no olerán; 7 Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta. 8 Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía. 9 Oh Israel, confía en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 10 Casa de Aarón, confiad en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 11 Los que teméis á Jehová, confiad en Jehová: El es su ayuda y su escudo. 12 Jehová se acordó de nosotros: nos bendecirá: Bendecirá á la casa de Israel; Bendecirá á la casa de Aarón. 13 Bendecirá á los que temen á Jehová; A chicos y á grandes. 14 Acrecentará Jehová bendición sobre vosotros; Sobre vosotros y sobre vuestros hijos. 15 Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 16 Los cielos son los cielos de Jehová: Y ha dado la tierra á los hijos de los hombres. 17 No alabarán los muertos á JAH, Ni cuantos descienden al silencio; 18 Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya. 116 1 AMO á Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas. 2 Porque ha inclinado á mí su oído, Invocaré le por tanto en todos mis días. 3 Rodeáronme los dolores de la muerte, Me encontraron las angustias del sepulcro: Angustia y dolor había yo hallado. 4 Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi alma. 5 Clemente es Jehová y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios. 6 Jehová guarda á los sinceros: Estaba yo postrado, y salvóme. 7 Vuelve, oh alma mía, á tu reposo; Porque Jehová te ha hecho bien. 8 Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de desbarrar. 9 Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. 10 Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera. 11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso. 12 ¿Qué pagaré á Jehová Por todos sus beneficios para conmigo? 13 Tomaré la copa de la salud, E invocaré el nombre de Jehová. 14 Ahora pagaré mis votos á Jehová Delante de todo su pueblo. 15 Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos. 16 Oh Jehová, que yo soy tu siervo, Yo tu siervo, hijo de tu sierva: Rompiste mis prisiones. 17 Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová. 18 A Jehová pagaré ahora mis votos Delante de todo su pueblo; 19 En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalem. Aleluya. 117 1 ALABAD á Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. 2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya. 118 1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia. 3 Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia. 4 Digan ahora los que temen á Jehová: Que para siempre es su misericordia. 5 Desde la angustia invoqué á JAH; Y respondióme JAH, poniéndome en anchura. 6 Jehová está por mí: no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. 7 Jehová está por mí entre los que me ayudan: Por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen. 8 Mejor es esperar en Jehová Que esperar en hombre. 9 Mejor es esperar en Jehová Que esperar en príncipes. 10 Todas las gentes me cercaron: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 11 Cercáronme y asediáronme: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 12 Cercáronme como abejas; fueron apagados como fuegos de espinos: En nombre de Jehová, que yo los romperé. 13 Empujásteme con violencia para que cayese: Empero ayudóme Jehová. 14 Mi fortaleza y mi canción es JAH; Y él me ha sido por salud. 15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos: La diestra de Jehová hace proezas. 16 La diestra de Jehová sublime: La diestra de Jehová hace valentías. 17 No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH. 18 Castigóme gravemente JAH: Mas no me entregó á la muerte. 19 Abridme las puertas de la justicia: Entraré por ellas, alabaré á JAH. 20 Esta puerta de Jehová, Por ella entrarán los justos. 21 Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salud. 22 La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido á ser cabeza del ángulo. 23 De parte de Jehová es esto: Es maravilla en nuestros ojos. 24 Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él. 25 Oh Jehová, salva ahora, te ruego: Oh Jehová, ruégote hagas prosperar ahora. 26 Bendito el que viene en nombre de Jehová: Desde la casa de Jehová os bendecimos. 27 Dios es Jehová que nos ha resplandecido: Atad víctimas con cuerdas á los cuernos del altar. 28 Mi Dios eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á ti ensalzaré. 29 Alabad á Jehová porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 119 1 ALEPH. BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente. 9 BETH. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos. 16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras. 17 GIMEL. Haz bien á tu siervo; que viva Y guarde tu palabra. 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos. 20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22 Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado. 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. 24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros. 25 DALETH. Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. 26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos. 27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. 28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra. 29 Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley. 30 Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. 31 Allegádome he á tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences. 32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón. 33 HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón. 35 Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad. 36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia. 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. 38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme. 39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios. 40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia. 41 VAV. Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salud, conforme á tu dicho. 42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero. 44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo. 45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. 46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. 47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos. 49 ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. 52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme. 53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley. 54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones. 55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos. 57 JET. Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras. 58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios. 60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. 62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia. 63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. 64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos. 65 TETH. Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra. 66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído. 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. 68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos. 69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. 73 YOD. Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo. 77 Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos. 79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado. 81 KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. 82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83 Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos. 84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85 Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no obran según tu ley. 86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame. 87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. 88 Vivifícame conforme á tu misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca. 89 LAMED. Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos. 90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. 91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven. 92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; Porque con ellos me has vivificado. 94 Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos. 95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios. 96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento. 97 MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste. 103 Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira. 105 NUN. Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. 106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia. 107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra. 108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios. 109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley. 110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón. 112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin. 113 SAMECH. Los pensamientos vanos aborrezco; Mas amo tu ley. 114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza. 117 Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus estatutos. 118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño. 119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios. 120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti; Y de tus juicios tengo miedo. 121 AIN. Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores. 122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios. 123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia. 124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios. 126 Tiempo es de hacer, oh Jehová; Disipado han tu ley. 127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. 128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira. 129 PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. 130 El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples. 131 Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos. 132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133 Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134 Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos. 135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. 137 TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139 Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140 Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo. 141 Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144 Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré. 145 COPH. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra. 148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. 149 Oye mi voz conforme á tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio. 150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley. 151 Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad. 152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste. 153 RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado. 154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. 155 Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos. 156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios. 157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado. 158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame; Porque no guardaban tus palabras. 159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia. 160 El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia. 161 SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salud he esperado, oh Jehová; Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera. 168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios; Porque todos mis caminos están delante de ti. 169 TAU. Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra. 170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho. 171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. 172 Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia. 173 Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido. 174 Deseado he tu salud, oh Jehová; Y tu ley es mi delicia. 175 Viva mi alma y alábete; Y tus juicios me ayuden. 176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.