ReinaValera(i)
10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra; Y los cielos son obras de tus manos:
11 Ellos perecerán, mas tú eres permanente; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Empero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
13 Pues, ¿á cuál de los ángeles dijo jamás: Siéntate á mi diestra, Hasta que ponga á tus enemigos por estrado de tus pies?