Psalms 132:1-150:6

JBS(i) 1 Canción de las gradas. Acuérdate, oh SEÑOR, de David, de toda su aflicción; 2 de cómo juró al SEÑOR, prometió al Fuerte de Jacob: 3 No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado; 4 no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, 5 hasta que halle lugar para el SEÑOR, moradas para el Fuerte de Jacob. 6 He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque. 7 Entraremos en sus tiendas; adoremos al estrado de sus pies. 8 Levántate, oh SEÑOR, a tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza. 9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, y se regocijen tus misericordiosos. 10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro. 11 ¶ Juró el SEÑOR verdad a David, no se apartará de ella; del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono. 12 Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñare; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre. 13 Porque el SEÑOR ha elegido a Sion; la deseó por habitación para sí. 14 Este será mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado. 15 Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan. 16 Y a sus sacerdotes vestiré de salud, y sus misericordiosos exultarán de gozo. 17 Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido. 18 A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona. 133 1 Canción de las gradas: de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras; 3 como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna. 134 1 Canción de las gradas. Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches. 2 Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid al SEÑOR. 3 Bendígate el SEÑOR desde Sion, el que hizo los cielos y la tierra. 135 1 Alelu-JAH. Alabad el Nombre del SEÑOR; Alabadle, siervos del SEÑOR; 2 los que estáis en la Casa del SEÑOR, en los atrios de la Casa de nuestro Dios. 3 Alabad a JAH, porque es bueno el SEÑOR; cantad salmos a su Nombre, porque es suave. 4 Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya. 5 ¶ Porque yo sé que el SEÑOR es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. 6 Todo lo que quiso el SEÑOR, hizo en los cielos y en la tierra; en los mares, y en todos los abismos. 7 El que hace subir las nubes del cabo de la tierra; hizo los relámpagos en la lluvia; el que saca los vientos de sus tesoros. 8 El que hirió a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la bestia. 9 Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, sobre el Faraón, y sobre todos sus siervos. 10 El que hirió muchos gentiles, y mató reyes poderosos: 11 A Sehón rey amorreo, y a Og rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán. 12 Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo. 13 Oh SEÑOR, tu Nombre es eterno; tu memoria, oh SEÑOR para generación y generación. 14 Porque juzgará el SEÑOR su pueblo, y sobre sus siervos se arrepentirá. 15 ¶ Los ídolos de los gentiles son plata y oro, obra de manos de hombres. 16 Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; 17 tienen orejas, y no oyen; tampoco hay espíritu en sus bocas. 18 Como ellos sean los que los hacen; y todos los que en ellos confían. 19 Casa de Israel, bendecid al SEÑOR; casa de Aarón, bendecid al SEÑOR; 20 casa de Leví, bendecid al SEÑOR; los que teméis al SEÑOR, bendecid al SEÑOR. 21 Bendito el SEÑOR de Sion, el que mora en Jerusalén. Alelu-JAH. 136 1 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de dioses, porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de señores, porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con inteligencia, porque para siempre es su misericordia. 6 Al que tendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia; 7 al que hizo las grandes luminarias, porque para siempre es su misericordia; 8 el sol para que dominara en el día, porque para siempre es su misericordia; 9 la luna y las estrellas para que dominaran en la noche, porque para siempre es su misericordia. 10 ¶ Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia; 12 con mano fuerte, y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el mar Bermejo en partes, porque para siempre es su misericordia; 14 e hizo pasar a Israel por en medio de él, porque para siempre es su misericordia; 15 y sacudió al Faraón y a su ejército en el mar Bermejo, porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió grandes reyes, porque para siempre es su misericordia; 18 y mató reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia; 19 a Sehón rey amorreo, porque para siempre es su misericordia, 20 Y a Og rey de Basán, porque para siempre es su misericordia. 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia. 23 ¶ El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia; 24 y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia. 25 El que da sustento a toda carne, porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos; porque para siempre es su misericordia. 137 1 Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion. 2 Sobre los sauces que están en medio de ella colgamos nuestras arpas; 3 cuando nos pedían allí, los que nos cautivaron, las palabras de la canción, (colgadas nuestras arpas de alegría) diciendo: Cantadnos de las canciones de Sion. 4 ¿Cómo cantaremos canción del SEÑOR en tierra de extraños? 5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada. 6 Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría. 7 ¶ Acuérdate, oh SEÑOR, de los hijos de Edom en el día de Jerusalén; quienes decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos. 8 Hija de Babilonia destruida, dichoso el que te diere tu pago, que nos pagaste a nosotros. 9 Dichoso el que tomara y estrellara tus niños a las piedras. 138 1 De David. Te Alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. 2 Adoraré al templo de tu santidad, y alabaré tu Nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu Nombre, y has engrandecido tu dicho sobre todas las cosas. 3 El día que llamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma. 4 Te confesarán, oh SEÑOR, todos los reyes de la tierra, cuando oigan los dichos de tu boca. 5 Y cantarán en los caminos del SEÑOR, que la gloria del SEÑOR es grande. 6 ¶ Porque el alto SEÑOR mira al humilde; y al altivo no lo conoce. 7 Si anduviere yo por medio de la angustia, me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará. 8 El SEÑOR cumplirá por mí; tu misericordia, oh SEÑOR, es para siempre; no dejarás la obra de tus manos. 139 1 Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado. 4 Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda. 5 Rostro y envés me formaste, y sobre mí pusiste tu mano. 6 Más maravillosa es su ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla. 7 ¶ ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el Seol, hete allí. 9 Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar, 10 aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz. 13 Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y esto mi alma conoce en gran manera. 15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos. 17 ¶ Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas! 18 Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo. 19 De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios, 20 que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos. 21 ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos? 22 De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos. 23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; 24 y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. 140 1 Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde. 2 Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas. 3 Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.) 4 Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos. 5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red; en el lugar de la senda me han puesto lazos. (Selah.) 6 He dicho al SEÑOR: Dios mío eres tú; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis ruegos. 7 Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas. 8 ¶ No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. (Selah.) 9 En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra. 10 Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan. 11 El varón de lengua maligna no será firme en la tierra; el mal cazará al varón de violencia para derribarle. 12 Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos. 13 Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia. 141 1 Salmo de David. SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare. 2 Sea enderezada mi oración delante de ti como incienso, el don de mis manos como el sacrificio de la tarde. 3 Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios. 4 No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus deleites. 5 ¶ Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males. 6 Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves. 7 Como quien hiende y rompe leños en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol. 8 Por tanto a ti, oh DIOS el Señor, miran mis ojos; en ti he confiado, no desampares mi alma. 9 Guárdame de las manos del lazo que me han tendido, y de los lazos de los que obran iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré adelante para siempre. 142 1 Masquil de David: Oración
que hizo cuando estaba en la cueva.
Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR. 2 Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia. 3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. 4 ¶ Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociera; no tuve refugio, no había quién volviera por mi vida. 5 Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes. 6 Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. 7 Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu Nombre; conmigo harán fiesta los justos, cuando me hubieras destetado. 143 1 Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia. 2 Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente. 3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma; ha quebrantado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos. 4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí; se pasmó mi corazón. 5 Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, meditaba en las obras de tus manos. 6 Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.) 7 ¶ Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura. 8 Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma. 9 Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; a ti me acojo. 10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud. 11 Por tu Nombre, oh SEÑOR me vivificarás; por tu justicia, sacarás mi alma de angustia. 12 Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo. 144 1 Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra. 2 Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí. 3 Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre, que lo conoces? ¿O el hijo del hombre, para que lo estimes? 4 El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa. 5 Oh SEÑOR, abaja tus cielos y desciende; toca los montes, y humeen. 6 Despide relámpagos, y disípalos, envía tus saetas, y contúrbalos. 7 Envía tu mano desde lo alto; redímeme, y sácame de las muchas aguas, de la mano de los hijos extraños; 8 cuya boca habla vanidad, y su diestra es diestra de mentira. 9 ¶ Oh Dios, a ti cantaré canción nueva; con salterio, con decacordio cantaré a ti. 10 , el que da salvación a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada. 11 Redímeme, y sálvame de mano de los hijos extraños, cuya boca habla vanidad, y su diestra es diestra de mentira. 12 Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un palacio; 13 nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que paran a millares y diez millares en nuestras plazas; 14 que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; que no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni queja en nuestras plazas. 15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR. 145 1 Alef Te ensalzaré, mi Dios, mi Rey; y bendeciré tu Nombre por el siglo y para siempre. 2 Bet Cada día te bendeciré, y alabaré tu Nombre por el siglo y para siempre. 3 Guímel Grande es el SEÑOR y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. 4 Dálet Generación a generación narrará tus obras, y anunciarán tus valentías. 5 He De la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y tus hechos maravillosos, hablaré. 6 Vau Y la terribilidad de tus valentías dirán los hombres; y yo recontaré tu grandeza. 7 Zain Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. 8 Chet Clemente y misericordioso es el SEÑOR, lento para la ira, y grande en misericordia. 9 Tet Bueno es el SEÑOR para con todos; y sus misericordias resplandecen sobre todas sus obras. 10Yod Alábente, oh SEÑOR, todas tus obras; y tus misericordiosos te bendigan. 11 Caf La gloria de tu reino digan, y hablen de tu fortaleza; 12 Lámed para notificar a los hijos de Adán sus valentías, y la gloria de la magnificencia de su reino. 13 Mem Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones. 14 Sámec Sostiene el SEÑOR a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. 15 Ayin Los ojos de todas las cosas esperan a ti, y tú les das su comida en su tiempo. 16 Pe Abres tu mano, y sacias el deseo de todo viviente. 17 Tsade Justo es el SEÑOR en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras. 18 Cof Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan con verdad. 19 Resh Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará. 20 Sin El SEÑOR guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los impíos. 21 Tau La alabanza del SEÑOR hablará mi boca; y bendiga toda carne su santo Nombre, por el siglo y para siempre. 146 1 Alelu-JAH. Alaba, oh alma mía, al SEÑOR. 2 Alabaré al SEÑOR en mi vida; diré salmos a mi Dios mientras viviere. 3 No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. 4 Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos. 5 ¶ Dichoso aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en el SEÑOR su Dios; 6 el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; el que guarda verdad para siempre; 7 el que hace derecho a los agraviados; el que da pan a los hambrientos; el SEÑOR, el que suelta a los aprisionados; 8 el SEÑOR es el que abre los ojos a los ciegos; el SEÑOR, el que endereza a los agobiados; el SEÑOR, el que ama a los justos. 9 El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna. 10 Reinará el SEÑOR para siempre; tu Dios, oh Sion, por generación y generación. Alelu-JAH. 147 1 Alelu-JAH, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza. 2 El SEÑOR, el que edifica a Jerusalén; a los echados de Israel recogerá. 3 El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas. 4 El que cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. 5 Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; y su inteligencia es infinita. 6 El SEÑOR, el que ensalza a los humildes; el que humilla a los impíos hasta la tierra. 7 Cantad al SEÑOR con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios. 8 El que cubre los cielos de nubes, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba. 9 El que da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman a él. 10 No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, ni se complace en las piernas del varón. 11 El SEÑOR ama a los que le temen; a los que esperan en su misericordia. 12 ¶ Alaba al SEÑOR, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sion. 13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti. 14 El que pone por tu término la paz; te hará saciar de grosura de trigo. 15 El que envía su palabra a la tierra; muy presto corre su palabra. 16 El que da la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza. 17 El que echa su hielo como en pedacitos; delante de su frío ¿quién estará? 18 Enviará su palabra, y los derretirá; soplará su viento, y fluirán las aguas. 19 El que denuncia sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. 20 No ha hecho esto con las otras naciones; las cuales no conocieron sus juicios. Alelu-JAH. 148 1 Alelu-JAH. Alabad a Dios desde los cielos; alabadle en las alturas. 2 Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. 3 Alabadle, el sol y la luna: alabadle, todas las estrellas de luz. 4 Alabadle, los cielos de los cielos; y las aguas que están sobre los cielos. 5 Alaben el Nombre del SEÑOR; porque él mandó, y fueron creados. 6 Y los hizo ser para siempre por el siglo; les puso ley que no será quebrantada. 7 ¶ Alabad al SEÑOR, desde la tierra, los dragones y todos los abismos; 8 el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra; 9 los montes y todos los collados; el árbol de fruto, y todos los cedros; 10 la bestia, y todo animal; el que va arrastrando, y el ave que vuela; 11 los reyes de la tierra, y todos los pueblos; los príncipes, y todos los jueces de la tierra; 12 los jóvenes, y también las doncellas; los viejos con los niños, 13 alaben el Nombre del SEÑOR, porque sólo su Nombre es elevado; su gloria es sobre tierra y cielos. 14 El ensalzó el cuerno de su pueblo; alábenle todos sus misericordiosos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Alelu-JAH. 149 1 Alelu-JAH. Cantad al SEÑOR canción nueva; su alabanza sea en la congregación de los misericordiosos. 2 Alégrese Israel con su Hacedor; los hijos de Sion se gocen con su Rey. 3 Alaben su Nombre con baile; con adufe y arpa canten a él. 4 Porque el SEÑOR toma contentamiento con su pueblo; hermoseará a los humildes con salud. 5 Se gozarán los misericordiosos con gloria; cantarán sobre sus camas. 6 ¶ Ensalzamientos de Dios modularán en sus gargantas; y espadas de dos filos habrá en sus manos; 7 para hacer venganza de los gentiles, castigos en los pueblos; 8 para aprisionar sus reyes en grillos, y sus nobles en cadenas de hierro; 9 para ejecutar en ellos el juicio escrito; gloria será esto para todos sus misericordiosos. Alelu-JAH. 150 1 Alelu-JAH. Alabad a Dios en su santuario; alabadle en el extendimiento de su fortaleza. 2 Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. 3 Alabadle a son de shofar; alabadle con salterio y arpa. 4 Alabadle con adufe y flauta; alabadle con cuerdas y órgano. 5 Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo. 6 Todo lo que respira alabe a JAH. Alelu-JAH.