Bible verses about "relaxing" | JBS

Psalms 46:1-11

1 Al Vencedor:
a los hijos de Coré:
Salmo sobre Alamot.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2 Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón del mar. 3 Bramarán, se turbarán sus aguas; temblarán los montes a causa de su braveza. (Selah.) 4 Del Río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, el santuario de las tiendas del Altísimo. 5 Dios está en medio de ella; no será conmovida; Dios la ayudará al clarear la mañana. 6 ¶ Bramaron los gentiles, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra. 7 El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.) 8 Venid, ved las obras del SEÑOR, que ha puesto asolamientos en la tierra. 9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. 10 Cesad, y conoced que yo soy Dios; me ensalzaré en los gentiles, me ensalzaré en la tierra. 11 El SEÑOR de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah.)

John 1:14

14 Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

John 1:12

12 Mas a todos los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su Nombre;

2 Timothy 3:16

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

1 Corinthians 13:1-13

1 ¶ Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, soy como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y toda ciencia; y si tuviera toda la fe, de tal manera que traspasara los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiera toda mi hacienda para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. 4 ¶ La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sin razón, no se envanece; 5 no es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal; 6 no se recrea de la injusticia, mas se recrea de la verdad; 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 ¶ La caridad nunca se pierde; mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de acabar; 9 porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño. 12 Ahora vemos como por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido. 13 Mas ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres cosas; pero la mayor de ellas es la caridad.

Jude 1:1-25

1 ¶ Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesucristo: 2 Misericordia, paz, y caridad os sean multiplicadas. 3 ¶ Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que os esforcéis a perseverar en la fe, que ha sido una vez dada a los santos. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente sin temor ni reverencia de Dios; los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando a Dios que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Señor, Jesús el Cristo. 5 Os quiero pues amonestar, ya que alguna vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creían; 6 y a los ángeles que no guardaron su origen, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día; 7 como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido desenfrenadamente la carne extraña, fueron puestas por ejemplo, habiendo recibido el juicio del fuego eterno. 8 ¶ De la misma manera también estos engañados soñadores ensucian su carne, y menosprecian la Potestad, y vituperan las potestades superiores. 9 Pues cuando el Arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él, antes le dijo: El Señor te reprenda. 10 Pero éstos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que por naturaleza conocen, se corrompen en ellas como animales sin razón. 11 ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y han venido a parar en el error del premio de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré. 12 Estos son manchas en vuestros convites de caridad, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno; nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos; árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 13 fieras ondas del mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, a las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas. 14 De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares, 15 ¶ a hacer juicio sobre todos, y a convencer a todos los impíos de entre ellos de todas sus malas obras que han hecho infielmente, y de todas las palabras duras que los pecadores infieles han hablado contra él. 16 Estos son murmuradores, quere-llosos, andando según sus deseos; y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho. 17 Mas vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor, Jesucristo; 18 como os decían: Que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos. 19 Estos son los que hacen divisiones, son como animales, no teniendo el Espíritu. 20 Mas vosotros, oh amados, edificaos a vosotros mismos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo. 21 Conservaos a vosotros mismos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor, Jesucristo, para vida eterna. 22 Y recibid a los unos con misericordia, discerniendo. 23 Mas haced salvos a los otros con temor, arrebatándolos del fuego; mas con esto aborreciendo aun hasta la ropa que está contaminada de tocamiento de carne. 24 A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin pecado, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría, 25 al Dios único sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén.

Luke 21:34

34 Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.

1 Peter 5:6

6 Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo,

Psalms 91:1-16

1 El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Dirá al SEÑOR: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, me aseguraré en él. 3 Y él te librará del lazo del cazador; de la mortandad que todo asuela. 4 Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. 5 No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día; 6 ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que destruya al mediodía. 7 Caerán a tu lado millares, y diez millares a tu diestra; pero a ti no llegará. 8 Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos. 9 ¶ Porque has puesto al SEÑOR, quien es mi esperanza; al Altísimo por tu habitación, 10 no se ordenará para ti mal, ni plaga tocará tu morada. 11 Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. 13 Sobre el león y el basilisco pisarás; hollarás al cachorro del león, y al dragón. 14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi Nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salud.

Psalms 23:1-6

1 Salmo de David. El SEÑOR es mi pastor; no desfalleceré. 2 En lugares de delicados pastos me hará yacer; junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortarán. 5 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; ungiste mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.

Ecclesiastes 11:10

10 Quita pues la tristeza de tu corazón, y aparta el mal de tu carne; porque la niñez y la juventud son vanidad.

Daniel 10:1-21

1 En el tercer año de Ciro rey de Persia, fue revelada la Palabra a Daniel, cuyo nombre era Beltasar; y la Palabra era verdadera, mas el tiempo señalado era largo, la cual palabra él entendió, y tuvo inteligencia en la visión. 2 En aquellos días yo, Daniel, me contristé tres semanas de días. 3 No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me unté con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas de días. 4 Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel; 5 y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos de oro muy fino; 6 y su cuerpo era como piedra de Tarsis (turquesa), y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de un ejército. 7 Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los varones que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos gran temor, y huyeron, y se escondieron. 8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó en mí esfuerzo; antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener vigor alguno. 9 Pero oí la voz de sus palabras; y cuando oí la voz de sus palabras, fui adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra. 10 Y, he aquí, una mano me tocó, e hizo que me moviera sobre mis rodillas, y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo: Daniel, varón de deseos, está atento a las palabras que yo te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque yo soy enviado ahora a ti. Y estando hablando conmigo esto, yo estaba temblando. 12 Y me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligir tu alma delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y yo soy venido a causa de tus palabras. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia. 14 Y he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque aún habrá visión para algunos días; 15 y estando hablando conmigo semejantes palabras, puse mis ojos en tierra, y enmudecí. 16 Y he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Y abrí mi boca, y hablé, y dije a aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se trastornaron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza. 17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi Señor hablar con este mi Señor? Porque en este instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. 18 Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me confortó; 19 y me dijo: Varón de deseos, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. 20 Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Porque luego tengo que volver para pelear con el príncipe de Persia; y al salir yo, luego viene el príncipe de Grecia. 21 Pero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad; y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estos asuntos, sino Miguel vuestro príncipe.

Proverbs 12:25

25 ¶ El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; mas la buena palabra lo alegra.

Philippians 4:6

6 Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.

Topical data is from OpenBible.info, retrieved November 11, 2013, and licensed under a Creative Commons Attribution License.