Lamentations 4:8 Cross References - SE

⁸ Chet : Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo.

¹⁹ Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? ²⁰ Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande manera me ha amargado el Todopoderoso.

¹² Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.

²⁰ Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con la piel de mis dientes.

¹⁷ De noche taladra sobre mí mis huesos, y mis pulsos no reposan. ¹⁸ Con la grandeza de la fuerza del dolor mi vestidura es mudada; me ciñe como el cuello de mi ropa. ¹⁹ Me derribó en el lodo, y soy semejante al polvo, y a la ceniza.

³⁰ Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se secaron con ardentía.

²¹ Su carne desfallece sin verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.

⁴ Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. (Selah.)

³ No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.

³ Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar. ⁴ Mi corazón fue herido, y se secó como la hierba; por lo cual me olvidé de comer mi pan. ⁵ Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.

¹¹ Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.

⁸³ Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.

¹⁴ Como te abominaron muchos, en tanta manera fue desfigurado de los hombres su parecer; y su hermosura, de los hijos de los hombres.

¹ Alef : ­Cómo se ha oscurecido el oro! ­Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del Santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles. ² Bet : Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro. ­Cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero!

¹⁰ Nuestra piel se ennegreció como un horno a causa del ardor del hambre.

⁶ Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.

¹⁰ Vacía, y agotada, y despedazada está, y el corazón derretido; batimiento de rodillas, y dolor en los riñones, y los rostros de todos tomarán negrura.